Una única preocupación

Una única preocupación

José Luis Toso - jtoso@losandes.com.ar

Así como para Cornejo y los suyos la transición se torna ya insoportable, no tanto por su duración sino por los problemas financieros imposibles de atemperar que se suman hasta el recambio institucional de diciembre, para el justicialismo la sucesión de derrotas en Mendoza este año le han significado a Pérez y a todo el oficialismo un tormento total.

Por una u otra razón, todos, tanto los que se deben ir como los que llegarán, quieren que este largo proceso de casi seis meses termine de una buena vez. Para el justicialismo (cuesta llamarlo Frente para la Victoria) la acción de gobernar se ha limitado a la angustia de conseguir los recursos para pagar sueldos a fin de mes y tratar de cumplir con otras obligaciones del Estado que deberían ser impostergables.

Y para la coalición encabezada por el radicalismo, hacerse cargo de la gestión significará develar totalmente incógnitas y, en definitiva, comenzar a conducir los destinos de la Provincia sabiendo que el panorama es complicado. Comenzar a poner orden en la administración del Estado es el gran desafío, la prioridad, para Cornejo una vez que tenga el mando en sus manos.

Búsqueda de recursos. La semana posterior a las elecciones presidenciales encontraron a los dos gobernadores, el que todavía está en ejercicio y el electo, transitando caminos separados y con diferentes urgencias pero con un fin común: conseguir recursos.

Obviamente, lo más urgente, y muy grave, es lo que le compete a Francisco Pérez. A mediados de octubre, en la audiencia que tuvo con la Presidenta en la Casa Rosada, el Gobernador recibió de la Nación un nuevo auxilio financiero para poder ordenar su administración hasta dejar el poder, en los primeros días de diciembre.

Fue en aquella semana cuando el Ministerio de Economía negó rotundamente la posibilidad de acceder al acuerdo de endeudamiento por 5.800 millones de pesos sellado por ley entre el justicialismo y la UCR, dejando en claro que lo mínimo e indispensable para salir del paso sólo estaba previsto para ayudar a Pérez.

Los hechos recientes demuestran que mucho el panorama no ha cambiado. Aquel paliativo de octubre en cuanto a los compromisos con el Banco Nación no significa no tener que penar igualmente todos los meses para que el agente financiero de la Provincia renueve una vez más el salvoconducto financiero.

Así, todo se complementa en el día a día con lo que el Gobierno recauda a través de la ATM y por los adelantos de coparticipación. Por eso la expectativa de Pérez de hacer efectivo el total de los sueldos estatales ayer no pudo cumplirse y ahora prácticamente se repite el oscuro panorama del mes anterior.

En cambio, la búsqueda de recursos de Cornejo tiene el atenuante de que es más una carta de presentación en Estados Unidos ante potenciales inversores y con organismos que puedan llegar a dar una asistencia financiera que su gobierno necesitará desde el primer día para tapar los baches que dejará la actual conducción provincial y por la negativa de Kicillof y compañía a garantizar lo que un acuerdo político selló.

Claro, Nueva York y Washington despertaron más ilusiones para Cornejo que para Pérez las alicaídas arcas de los organismos nacionales con sede en Buenos Aires. Sin embargo, este viaje lo realizó el futuro mandatario en medio de un proceso electoral nacional que abre expectativas de cambio en cuanto a las políticas económicas a implementar por la Nación según quién ocupe el sillón presidencial desde el 10 de diciembre.

De todos modos, fuentes del radicalismo local comentaron con alguna reserva que así como Macri genera confianza, hay alguna perspectiva favorable en aquellos centros de poder financiero en virtud del acercamiento que Scioli ha venido realizando, a través de emisarios como el gobernador Urtubey, para alentar expectativas de cambio en la apertura al mundo de nuestro país una vez superada la actual etapa kirchnerista.

El justicialismo en la etapa política que viene en la provincia. Otra consecuencia de la serie de derrotas que debió enfrentar el justicialismo este año en el fixture electoral que determinó el desdoblamiento de Pérez es su anárquica situación partidaria.

El dato no es menor si se tiene en cuenta que en no muchos días más, cuando asuman los legisladores electos el 21 de junio, definitivamente el justicialismo deberá asumir su rol de principal fuerza opositora de un oficialismo que tendrá mayoría propia en las cámaras.

Preocupados allegados al derrotado Frente para la Victoria temen que el desorden imperante derive en una crisis de conducción, en momentos en que para muchos se impone un recambio de autoridades partidarias.

Pérez y Ciurca poco poder partidario retendrán en lo inmediato cuando dejen sus actuales funciones de gobernador y vice y ese vacío será más notable si el 22 de noviembre Scioli es derrotado por Macri.

Un triunfo del presidenciable del kirchnerismo, en cambio, le permitiría al PJ local tener un referente nacional capaz de ordenar mínimamente las huestes mendocinas. Y la dupla Pérez-Ciurca, en virtud de la cercanía y lealtad que han mantenido con el bonaerense, podrían esgrimir cierta cuota de poder local por el hecho de quedar bajo el ala protectora de Scioli.

Los resultados del último domingo, que convirtieron en favorito para el balotaje a Mauricio Macri, ahondan la incertidumbre reinante en las filas justicialistas locales y hacen más visibles las diferencias internas.

Terminado el proceso electoral nacional, el 22 de noviembre, seguramente el llamado al combate interno en el PJ será inevitable.

Los pocos intendentes que mantuvieron en pie sus bastiones, la mayoría del sector Azul más los “azulados” Félix y Salgado, seguramente partirán primero mostrando la chapa de ganadores en medio de una mayoría de derrotados.

Entre estos caciques, más Jorge Tanus, que en la Legislatura será necesariamente una voz autorizada de los intendentes que triunfaron, se puede prever la conformación de un frente territorial de respetables apetencias partidarias.

Habrá que ver qué adversarios encuentran entre las golpeadas huestes con supremacía en departamentos en los que el oficialismo sufrió duras derrotas (Las Heras, Luján, Guaymallén) o en sectores kirchneristas del PJ mendocino que buscarán mantener la representación del cristinismo en forzosa retirada.

El radicalismo, que comienza a prepararse para el nuevo rol que el voto de la gente le fijó en el ya lejano mes de junio, preparará su estrategia inicial de gestión y legislativa acorde a las directivas de Cornejo. El estilo de conducción del godoicruceño no permite pensar en muchas otras alternativas.

De ahí la expectativa sobre los pasos que dará el PJ para elegir a quienes sean en lo sucesivo interlocutores más confiables que los que les tocó en suerte en esta traumática transición.

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