Una tromba bien arriba: Godoy Cruz ganó y es escolta en la Superliga

Con un golazo del Morro García y otro de Cardona, el Tomba venció 2-1 a Newell’s y quedó a dos unidades de líder Central.

Una tromba bien arriba: Godoy Cruz ganó y es escolta en la Superliga
Una tromba bien arriba: Godoy Cruz ganó y es escolta en la Superliga

Había que mejorar el juego interior, avisó Diego Dabove tras el valioso empate ante Argentinos en La Paternal. Dicho y hecho.

Porque si algo le faltaba a esta nueva versión de Godoy Cruz era pausa. Menos vértigo y más paciencia en la elaboración de juego desde el primer eslabón del toque corto y seguro, ese que deviene indefectiblemente en la tenencia y va contagiando de seguridad al resto. Así, los espacios se generan y los caminos al gol se abren como un abanico en pleno verano.  El 4-1-4-1 que diseñó el entrenador de Godoy Cruz era un mensaje directo a la intención de mayor protagonismo desde la posesión. Y el Tomba lo consiguió por momentos, todavía faltan aceitar los engranajes de la maquinita ofensiva, es cierto, pero tiene un as de espadas que con su enorme jerarquía y oficio goleador se encarga de resolver: Santiago García.

El uruguayo sacó a relucir su gran repertorio de definición y empalmó de aire y con cara externa del botín un balón que cayó en el área luego de un pase por elevación de Juan Andrada. ¿Resultado? Golazo. Inolvidable. Apoteósico. Y fin de la "sequía" de tres partidos para el goleador de la última Superliga. Fue a partir de las variantes que el Tomba ganó en fluidez, dinámica y poder ofensivo. El ingreso de Osmar Leguizamón le dio frescura, desfachatez y compañía al Morro García, quien levantó muchísimo su nivel de los primeros tres juegos –incluido el de Copa Argentina- . Si el primer tiempo de Godoy Cruz había sido bueno, el complemento fue mucho mejor.

Recuperó aquél juego vistoso en el medio y explotó muy bien las bandas. Además, luchó cada pelota y desempolvó el laboratorio del "doctor" Dabove. El frentazo perfecto, de pique al suelo, de Tomás Cardona luego de un centro perfecto del Turco Angileri es un fiel reflejo de ello. Esa media hora del complemento de Godoy Cruz fue realmente de ensueño.  Sin embargo, entre Iván Ramírez y Leguizamón (sobre todo este último) se empecinaron en la búsqueda de su primer gol con la camiseta del Bodeguero. Y como reza el viejo axioma, los goles que no se hacen en un arco… se reciben en el propio.

De tanto insistir, el portugués Leal descontó y le puso suspenso a un final abierto. El Tomba volvió a ser el Tomba. Una Tromba inexpugnable en casa. Tan es así que de los últimos 15 partidos en el Malvinas ganó 14. Todo un récord. Es cierto que deberá pulir algunos desacoples en el fondo, algo extraño en una pareja de centrales que es una garantía. Y cuando la mano venía cambiada (como en esa jugada en la que el bueno de Roberto Ramírez salió lejos) la diosa fortuna estuvo de su lado. La vara está más alta que nunca. Pero este Godoy Cruz que peleó un torneo en una lucha desigual ante el poderoso Boca, que lidera cómodamente la tabla general del año (con 46 puntos), está dispuesto a superar esa marca. Ya empezó por sacar 7 puntos de 9 y meterse en la conversación. Más que Tomba es una Tromba.

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