El jefe tribal Emere Godwin Bebe Okpabi muestra una botella de plástico con agua contaminada con la que desea probar ante un tribunal en Londres que la compañía petrolera Shell provocó un desastre en la zona del delta del Níger.
"Si abro esta botella, se va a sentir olor a petróleo en toda la habitación. Mi pueblo bebe este agua", indicó el rey de la comunidad ogale, en una entrevista concedida a la AFP en la oficina de los abogados que los representa en la capital británica.
Vestido impecablemente con una túnica negra hasta los tobillos, un collar rojo y un sombrero de copa, este líder tribal acudirá a partir de hoy a las audiencias ante el Alto Tribunal de Londres.
Durante tres días, los representantes legales de más de 40.000 nigerianos afectados pedirán cuentas al gigante angloholandés Shell, al que acusan de ser responsable de las fugas de combustible de los oleoductos que destruyeron sus tierras ancestrales y contaminaron sus reservas de agua.
"La gente de mi comunidad está afectada por enfermedades raras. Algunos mueren repentinamente, otros son impotentes", explicó el rey Okpabi.
"Yo tengo los medios para comprar agua mineral, pero no me alcanza para todos", agregó.
El grupo angloholandés estima que cualquier juicio contra su filial nigeriana SPDC debería llevarse a cabo en el país africano y no en Europa.
Pero para el rey Okpabi, la justicia británica representa su última esperanza de frenar la contaminación que está matando a su pueblo.
"Shell es Nigeria al igual que Nigeria es Shell. Nunca, pero nunca vamos a poder ganarle a Shell en un tribunal nigeriano. La verdad es que el sistema judicial nigeriano es corrupto", explicó.
De la demanda, la tribu espera que Shell se vea obligada a aceptar las conclusiones de una investigación de la ONU que en 2011 señaló los riesgos de los niveles extremadamente altos de hidrocarburos registrados en la zona de Ogoniland, donde vive esta comunidad.
El rey espera que el tribunal le ordene a la petrolera "que limpie Ogale, que vaya y les proporcione agua, que vaya y realice un historial médico y que donde sea necesario ofrezca atención", indicó.
Para el jefe, no existe una suma suficiente como para compensar los daños causados, que el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP) estimó que podrían tardar entre 25 y 30 años en ser revertidos.
"Nos estamos muriendo", advirtió.
Shell, el mayor productor de petróleo de Nigeria, pone en duda las acusaciones de las comunidades Ogale y Bille, que en Londres son representadas por el despacho Leigh Day, especialista en recursos colectivos.
"Bille y Ogale son dos regiones muy afectadas por el robo de petróleo, el sabotaje de los oleoductos y las refinerías ilegales que siguen siendo la principal fuente de contaminación en el Delta del Níger", dijo una portavoz del grupo angloholandés.
La representante de la empresa agregó que SPDC no ha realizado ninguna extracción en Ogoniland desde 1993.
Pero el jefe tribal recordó que el petróleo sigue atravesando su región por los viejos oleoductos donde se producen fugas, por lo que Shell tiene que asumir su responsabilidad.
Por su parte SPDC ha informado que le entrega agua y asistencia a las comunidades y que apoya un programa del gobierno para limpiar el agua, que suma un costo de 1.000 millones de dólares.
Okpabi afirmó que cree al presidente Muhamadu Buhari, cuando este dice que quiere resolver el problema. "Pero si esperamos que el sistema actúe, lamento decirlo pero va a ser muy tarde para el pueblo Ogale", indicó.
Este año se han multiplicado los ataques contra los oleoductos y el sabotaje en el Delta del Níger.
El jefe condena estos actos, pero igualmente recuerda que Shell debe escuchar a los miembros de su comunidad que actúan sin violencia.
Leigh Day también defendió a 15.600 pescadores de Bodo, una comunidad afectada por dos grandes fugas de crudo en 2008.
En enero de 2015, tras tres años de batalla judicial, Shell aceptó pagar 55 millones de libras (unos 70 millones de euros, 77 de dólares) y prometió limpiar los daños.