La noche del 21 de junio, tras conocerse los resultados de la elección que lo daban como ganador y en medio de los festejos, el radical Alfredo Cornejo se hizo espacio para invitar al actual gobernador, Francisco Pérez, a un desayuno en su casa, en un inédito gesto, luego de tres años de enfrentamientos, para iniciar una larga transición.
A más de un mes de esos primeros acercamientos, marcados por la cordialidad y el buen trato, poco se ha avanzado, sobre todo porque la amenidad de las reuniones iniciales ya se disipó y se transformó en nuevos desencuentros que, si bien morigerados por quienes buscan “reabrir el diálogo”, demuestran que el camino restante no será fácil para Cornejo, quien insiste en que le dejen una provincia en mejores condiciones para empezar tranquilo su gestión, pero con un PJ que decidió marcarle la cancha.
La etapa transicional comenzó de la mejor forma, la mañana del 22 de junio cuando, puntual, Pérez llegó a la casa de Cornejo para desayunar con el futuro mandatario en un marco de afabilidad. “La charla fue amable (...) repasamos los temas que influyen en la gestión que viene”, adelantó Cornejo, aunque allí mismo comenzó a marcar la diferencia. “Él (Pérez) sostiene que hay $ 600 millones de deuda flotante; nosotros creemos que es por lo menos el doble”, indicó.
Otros temas que conversaron fueron las próximas licitaciones de 16 áreas petroleras y la del transporte; el vencimiento y renovación del servicio del agente financiero, a cargo del Banco Nación, y el pase a planta permanente de contratados, tema hoy casi fuera de agenda.
También allí anunciaron que tres días después, en Hacienda, se reunirían representantes de ambas partes para el intercambio de datos.
El buen clima persisitió y dos días después fueron los vicegobernadores, el actual Carlos Ciurca, y la electa Laura Montero, quienes hicieron su reunión de inicio de transición. Tras halagos mutuos, Ciurca le dijo a una “obsesiva por la administración” Montero, que en la Legislatura “la situación está ordenada y sin deudas”.
Pero podría decirse que la verdadera transición comenzó el jueves 25 de junio, cuando al despacho del titular de Hacienda, Juan Gantús, llegaron los emisarios de Cornejo: Enrique Vaquié y Martín Kerchner, ambos expertos en finanzas, que siempre con el mejor trato, pidieron al ministro datos de las cuentas provinciales.
“Pedimos acceso a la información”, dijo Kerchner. “Avanzaremos en eso”, garantizó Gantús, informando que al martes siguiente se renovarían los encuentros y se sumarían el contador general, José Caviggia y el tesorero, Mauro Lucchetti; también el ministro de Energía, Marcos Zandomeni, para avanzar sobre futuras licitaciones petroleras.
Al siguiente día comenzaron los roces. En su cuenta de Twitter, el presidente de Diputados, Jorge Tanús, consideró una "provocación" la actitud radical de querer instalarse en Casa de Gobierno con tanta antelación. "Quieren ejercer un cogobierno", acusó.
Más allá de esa disidencia, se concretó un nuevo encuentro el 30 de junio. "Allí informalmente conocimos datos para inferir que la deuda a fin de año rondaría $ 5.700 millones", recordó Vaquié.
Allí, el Gobierno se comprometió a preparar un informe para que los radicales analizaran, que fue entregado días más tarde y en el cual se basarían los radicales para, efectivamente, asegurar que al término del año, se necesitarían los $ 5.700 millones que avizoraban.
El acuerdo que no fue
El sábado 4 de julio, y prácticamente en secreto, Pérez invitó a Cornejo a la Casa de Gobierno, a una reunión “sin los medios”. Allí el mandatario estuvo acompañado por el ministro Legal y Técnico, Francisco García Ibáñez; el de Trabajo, Justicia y Gobierno, Rodolfo Lafalla, y, casi sobre el final, Gantús. El godoicruceño llegó con sus adalides, Kerchner y Vaquié.
“Fue una reunión política más que de números”, destacó Gantús al respecto. Dicen algunos, que estuvieron en esa cumbre, que Cornejo “estaba sacado” por la situación financiera. Según fuentes radicales, “ese día Pérez se comprometió a entregar un nuevo proyecto de Presupuesto 2015 una semana más tarde”, contemplando un preacuerdo de endeudamiento.
El propio Pérez confirmó a Los Andes una semana más tarde el preacuerdo y el inminente envío del nuevo proyecto presupuestario para este año, algo que repitió públicamente el lunes pasado.
Sin embargo, un día después, en la tercera cumbre por las cifras, los radicales se sorprendieron porque ya no era sólo Gantús el interlocutor, sino que había nuevos actores, como Tanús, el ministro de Agroindustria, Marcelo Costa, y el presidente provisional del
Senado, Eduardo Bauzá. “Nos dijeron que ellos, los intendentes y los candidatos tomaban la conducción y que no habría Presupuesto ni endeudamiento”, resaltó Vaquié sobre esa reunión de apenas 5 minutos.
“Fue una decisión de unidad. Haremos el esfuerzo por ser austeros y Cornejo también tendrá que serlo”, dijo Tanús por su lado, corroborando igualmente, como también dijo Gantús, que “se le entregará la información necesaria” para encarar los últimos días de 2015 y 2016, cuando el radical inicie su mandato.
Las otras reuniones
Además de los encuentros por las finanzas, hubo otras reuniones en esta incipiente transición. Se destacan las de Transporte, en la que el ministro Pablo Rousseau y su equipo conversaron con los radicales Jorge Teves y Sergio Marinelli, en el marco de la futura licitación.
"Tuvo iguales resultados que los que se dieron en Hacienda", dijo una fuente cornejista, en alusión a la poca información obtenida.
También hubo citas sobre Seguridad, donde incluso los enviados de Cambia Mendoza, el macrista Gustavo Cairo y el radical Néstor Majul, pidieron postergar dos licitaciones de mantenimiento y conectividad de cámaras de seguridad "hasta tener más datos", pero no hubo aceptación de parte de la cartera de Leonardo Comperatore.
También hubo un encuentro con gente de Cultura, que fue “más informal” y en el que “sólo se habló del tema Vendimia 2016”, informó la misma fuente.
Un pedido de prudencia
La Federación Económica de Mendoza, Nuestra Mendoza, Valos y el Consejo Empresario Mendocino, emitieron un comunicado en el que llamaron a "profundizar el diálogo maduro, el consenso y, por sobre todas las cosas, la prudencia y la templanza".
"Consideramos que es necesario que prime la razonabilidad en el manejo de las finanzas públicas tanto municipales como provinciales, evitando que se realicen gastos que puedan comprometer financieramente el futuro de la Provincia y los municipios y los próximos presupuestos", dice el texto firmado por las organizaciones.
Aconsejan: “Confiamos en que la transición sea ordenada, en un clima de respeto mutuo que permita generar previsibilidad. Es lo que los mendocinos esperamos y nos merecemos como ciudadanos. Es una oportunidad para trabajar en pos de la provincia, del bien común, generando mayor y mejor información que ayude al próximo gobernador e intendentes a planificar sus acciones”.
Asimismo, se pusieron a disposición tanto del gobierno actual como del gobernador e intendentes electos “para aportar y trabajar, junto a las organizaciones de la sociedad civil, entidades académicas y de investigación científica, en la Mendoza de los próximos años”.
Un largo mes
21 de junio. Elecciones provinciales. Cornejo gana e invita a Pérez a desayunar a su casa.
22 de junio. Inicio de la transición. Pérez y Cornejo desayunan y diagraman los futuros encuentros.
24 de junio. Reunión entre los vicegobernadores, Carlos Ciurca y Laura Montero. Comienza la transición legislativa.
25 de junio. Primera reunión de los equipos de finanzas. El ministro de Hacienda, Juan Gantús, recibe a los emisarios radicales, Enrique Vaquié y Martín Kerchner.
26 de junio. Primer cuestionamiento de Jorge Tanús a la intención de la UCR de "intentar un cogobierno".
30 de junio. Se produce la segunda reunión por las finanzas. Ese día, Mendoza recurre a una extensión del descubierto del Banco Nación para pagar sueldos.
4 de julio. Reunión "sin los medios" en Casa de Gobierno. Pérez, junto a parte de su gabinete, recibe a Cornejo. El Gobernador se compromete a enviar un nuevo proyecto de Presupuesto.
20 de julio. Pérez admite la merma en la recaudación y confirma que enviará un Presupuesto con pedido de financiamiento.
21 de julio. El justicialismo da marcha atrás e informa a los enviados de Cornejo, en la tercera reunión cumbre, que no habrá Presupuesto 2015 ni endeudamiento.