Alison van Uytvanck es la tenista número 41 del ránking de la WTA y está en octavos de final de Wimbledon, luego de vencer a la campeona vigente Garbiñe Muguruza, pero de lo que más se habla a esta hora fue del beso que se dio con su nocia el final del partido.
Van Uytvanck subió a la tribuna y le dio un beso a su novia, Greet Minnen. Un gesto natural. "Decidí hacerlo público y no mantenerlo en privado porque soy feliz, no importa si es con un hombre o una mujer. No hay que tener vergüenza, quiero ser libre. Soy lesbiana y no tengo ninguna enfermedad", dijo después.
La belga Van Uytvanck se ha significado siempre por su defensa de la igualdad de derechos. Hace poco admitió que siendo más joven había sufrido acoso por parte de otras tenistas por su condición sexual, en una entrevista en la revista Blick, donde además criticó la actitud de Margaret Court cuando la australiana calificó como "obra del demonio" a las personas transgénero.