El 16 de diciembre de 2010 se cerró en Mendoza una millonaria operación inmobiliaria. Se vendían cinco propiedades ubicadas sobre la ruta 94, camino al Manzano Histórico, en Tunuyán, por las que se pagaron 5 millones de dólares. El comprador no lo hizo con plata propia, sino según indicó la actuación notarial, “en comisión”, es decir en representación de un tercero. El comprador se presentó como Jorge
Leonardo Fariña, argentino, en aquellas épocas soltero, con domicilio en calle 68 al 1400 de la ciudad de La Plata. Tenía apenas 24 años. Esta historia es anterior a la otra, la contada luego por Jorge Lanata en su programa “Periodismo para todos” en la que Fariña se dedicaba supuestamente a lavar dinero del empresario kirchnerista Lázaro Báez.
Meses después, el joven empezó a aparecer en los programas de TV y revistas de chimentos por su noviazgo con la vedette Karina Jelinek, con la que se casó finalmente en una fastuosa boda en abril de 2011.
Pero el relato del paso por Mendoza de Fariña nos lleva a ese 16 de diciembre de 2010, en Tupungato. Los Andes accedió a la actuación notarial 00495649, de la que dio cuenta en su edición del 21 de abril de 2013 donde se relata además que se realizaron tres actas y tres operaciones por cinco parcelas.
Una de las actas es por una propiedad de 2.498 hectáreas con 8.319 metros cuadrados (según mensura); la otra actuación es por dos parcelas unidas bajo un mismo título, una de 62 hectáreas con 5.961 metros cuadrados, la otra de 46 hectáreas con 6.149 metros cuadrados; la última por dos parcelas, una de 296 hectáreas con 5.969 metros cuadrados y la última de 493 hectáreas con 9.245 metros cuadrados.
En total Fariña compró 3.400 hectáreas. No hubo un precio uniforme por esas propiedades. Sin embargo, en promedio se pactó alrededor de 1.500 dólares por hectárea, un valor de mercado razonable para esa época. Entonces, la cuenta ronda los 5 millones de dólares, puestos de contado en ese mismo acto.
Las cinco propiedades fueron vendidas “en comisión”, esto significa que Fariña había sido comisionado por alguien para comprar las propiedades y, por lo tanto, el dinero con el que se cancelaron las operaciones no era de él, sino que hacía de intermediario de un tercero.
La zona en la que están ubicadas esas parcelas es un bello paraje tunuyanino, el distrito Los Chacayes, a pocos kilómetros al este del Manzano Histórico. La ruta 94 es parte de lo que se conoce como el “Corredor Productivo” del Valle de Uco, por lo que se trata de parcelas privilegiadas, enclavadas en una zona de amplias posibilidades para el desarrollo de actividades agropecuarias y turísticas.
Un detalle llamativo de los tres contratos es la inclusión de un “poder especial irrevocable”, otorgado a Fariña por el vendedor y por el término de 10 años, para que “en su nombre y representación suscriba y otorgue la escritura traslativa de dominio de los bienes objeto de la presente, a favor del comprador o de quien éste designe como comitente”.
Para traducir a lenguaje coloquial, Fariña no tenía obligación de escriturar inmediatamente a nombre de quien le comisionó la compra, sino que podía, por el término de 10 años, trasladar el dominio a quien él mismo designase, que podría ser quien lo comisionó o un tercero.
La compra en comisión y ese poder irrevocable impediría saber quién fue el comprador real y permitir eventuales maniobras de lavado de dinero.
Sin embargo, el lunes 10 de junio de 2013 ante el juez Sebastián Casanello y el fiscal Guillermo Marijúan, Fariña admitió que la compra de esos terrenos la hizo para Lázaro Báez.
Casi un año después, el 11 de abril de 2014, el juez federal de La Plata, tras una denuncia de la AFIP, procesó a Fariña con prisión preventiva por “evasión fiscal agravada en concurso real e insolvencia fiscal fraudulenta”,delito por el que está actualmente detenido