Ayer el momento planificado fue la foto de unidad. Los protagonistas fueron llegando a lo largo de la mañana. El último llegó justo para posar: fue el sanrafaelino Emir Félix.
Afuera de la foto de unidad quedaron, por ejemplo el actual diputado nacional Dante González, quien parece estar fuera de cualquier esquema para renovar su banca, dado que su mandato termina en diciembre.
En la foto tampoco estuvieron dos de los precandidatos a gobernador, el ministro de Salud Matías Roby y el diputado provincial Jorge Tanús, aunque cabe aclarar que las situaciones de ambos son distintas: Roby sólo tiene el aval de su amigo el gobernador Francisco Pérez.
Y Pérez envío el mensaje que “más allá de alguna preferencia o alguna relación en particular, nuestra función es lograr que el peronismo vaya unido”; es decir: Pérez no va a empujar a Roby.
Tanús es el plan B del sector Azul. El propio diputado sabe que quien marcha primero en las preferencias de su grupo es el senador nacional Adolfo Bermejo. Pero con las negociaciones estancadas el plan B podría pasar a ser A.
Otro detalle curioso es que el Congreso sesionaba en el salón Báltico y enfrente, en el sindicato de empleados de Estaciones de Servicios, había una reunión más exclusiva: allí estaban Pérez, el vicegobernador Carlos Ciurca, los intendentes Alejandro Bermejo (Maipú), Luis Lobos (Guaymallén), Joaquín Rodríguez (Tupungato), Sergio Salgado (Sergio Salgado), Carlos López Puelles (Luján), Rubén Miranda (Las Heras) y Emir Félix (San Rafael). También estaban Adolfo Bermejo, el ministro de Gobierno Rodolfo Lafalla, el subsecretario de Trabajo Mauricio Guzmán y el titular de la Casa de Mendoza en Buenos Aires Félix González.
Después, para la foto de unidad, se sumaron los diputados nacionales Guillermo Carmona y Anabel Fernández Sagasti. Ambos kirchneristas, parecían no estar interesados en participar de la reunión vip. Carmona insiste en que armará lista propia y competirá con la estructura peronista.
En la calle, quedaron otros dirigentes como los ministros Marcelo Costa y Diego Martínez Palau (ambos tenían pretensiones) y su colega Guillermo Elizalde, además del jefe del IPV Omar Parisi.