Si Mendoza o La Pampa tenían expectativa de avanzar extrajudicialmente para resolver el conflicto por el río Atuel, quedó sepultada ayer.
Es que la reunión entre ambas provincias, con mediación de la Nación, fue un claro fracaso.
El encuentro terminó antes por la abrupta salida del gobernador pampeano, Carlos Verna, enojado porque Mendoza no accedió a integrar el Comité de Cuenca. Y porque en lugar de su par mendocino, Alfredo Cornejo, asistió la vicegobernadora, Laura Montero.
En realidad, Cornejo hace tiempo que ha dejado en manos de su vice el tema. Y ella ha tomado la rienda con su opinión, pero también intentando -en una carta- hacer las paces con Verna, pidiéndole avanzar en obras para garantizar agua al sur mendocino y al noroeste pampeano, algo que recibió una respuesta negativa.
En el encuentro de ayer, Montero, que desde temprano había avisado que sería ella quien iría al mitin (utilizó la red social Twitter para eso), tampoco encontró respuesta a esa insistencia por las obras.
Todo se dio bajo la atónita mirada del subsecretario de Recursos Hídricos de la Nación, Pablo Bereciartúa.
El funcionario del Ministerio del Interior había convocado a ambas provincias “para tratar la problemática” del Atuel, pero lo que presenció fue sólo dos posiciones irreconciliables.
“Fue frustrante (...) una falta de respeto a la Nación y a La Pampa”, dijo Verna a medios pampeanos sobre la ausencia de Cornejo. Pero, además, se enojó porque Montero “no tenía poderes” para firmar la constitución del Comité de Cuenca del Atuel, el único punto que, desde su perspectiva, se debía discutir. Por eso Verna acudió acompañado por toda una comitiva de funcionarios y legisladores, mientras que Montero asistió en soledad.
Efectivamente, Montero no tenía ese poder. Ni lo tendría porque su intención, como ya lo había advertido, era otra: “Yo quería que discutiéramos las obras públicas. Para eso habíamos tratado de tener la concurrencia con la Nación”.
Con esa disidencia entonces, la reunión duró sólo 30 minutos. “Luego nos quedamos charlando con Bereciartúa sobre posibilidades de obras y de financiamiento para eso”, relató la titular del Senado local, que indicó que la Nación fue “receptiva” a sus planteos.
Mientras tanto, en Twitter, mostró su frustración por la reunión fracasada. En varios tuits, resaltó la actitud “conflictiva e intransigente” de La Pampa. “Al parecer, le conviene políticamente mantener el conflicto con Mendoza que solucionarlo”, dijo después.
También acusó a esa provincia de no invertir en obras. “Tiene agua disponible del río Colorado, pero no la usó en décadas”, dijo. “Ha excluido de sus políticas el desarrollo de alternativas de suministro”, agregó. “Dio de baja proyectos incluidos en planes nacionales de infraestructura”, siguió.
En contraposición resaltó lo hecho por Mendoza, como la impermeabilización de “más de 132 kilómetros” y el riego “de más de 7.600 hectáreas”.
Recordó que “200 mil mendocinos” del oasis sur intentan recibir agua del Atuel. “No son tenidos en cuenta por La Pampa, ¿y sus derechos?” preguntó.
Así, el conflicto seguirá en la Corte, donde La Pampa denunció a Mendoza por afectar su ambiente, al no pasar agua del Atuel. Esto paraMendoza ya se saldó con el fallo de ese mismo tribunal de 1987, que resolvió que el río es interprovincial y que ambas provincias “deben acordar” las obras necesarias.