Horacio Rodríguez Larreta y Martín Lousteau ya comenzaron a palpitar “la final” de la elección porteña que se dará el próximo domingo 19. El candidato del Pro quedó a cinco puntos de ganar en primera vuelta y le sacó 20 puntos de diferencia al postulante de ECO, una ventaja enorme.
Sin embargo, técnicamente Lousteau tiene posibilidades de dar un batacazo. Para ello necesita retener el 25,5% que obtuvo el domingo y capitalizar los votos que fueron a Mariano Recalde (FpV), Myriam Bregman (FIT) y Luis Zamora (Autodeterminación y Libertad) que, sumados, llegaron al 29%. Sólo de este modo podría convertirse en jefe de gobierno.
“No existen las matemáticas electorales. Cada elección es una elección nueva”, dijo ayer confiado Rodríguez Larreta. Lousteau, consciente de que tiene que dar pelea a todo o nada, salió a pedir un nuevo debate televisivo. “Vamos a debatir con datos, con propuestas, y las cosas que están mal, las vamos a señalar”, manifestó.
Pero la gran duda es adónde irán los sufragios del kirchnerismo y de la izquierda. En este sentido, Lousteau no tuvo buenas noticias. Bregman salió a militar el voto en blanco, la misma posición que adelantó el domingo Zamora. En el FpV hay dudas.
Ayer, el compañero de fórmula de Recalde, Leandro Santoro, admitió que en el kirchnerismo cunde el ánimo antimacrista. Pero ningún funcionario de la Casa Rosada convalidó la posición del joven radical K. Para el entorno de Lousteau sólo el voto muy ideologizado no irá al economista. El resto, votará en contra del macrismo.