El jueves la CTA de los Trabajadores eligió autoridades en medio de una fuerte pelea con el SUTE. La central obrera que continuará dirigida por Gustavo Correa está en pie de guerra con el titular del gremio docente, Sebastián Henríquez, desde que el año pasado este profesor de Literatura nucleó a todas las agrupaciones de la izquierda y le ganó las elecciones del SUTE al kirchnerista Maure y terminó con 19 años de hegemonía de la lista Celeste.
Esta semana, el enfrentamiento tuvo su capítulo judicial, que terminó con una medida cautelar de la 7° Cámara del Trabajo. Todo comenzó en el plenario provincial del SU TE del 1 de agosto, en el que se reunieron 194 delegados en la sede ubicada en Coronel Plaza al 556. Ese día, 105 de los presentes aprobaron desafiliarse de la CTA de los Trabajadores (una escisión de la CTA histórica). Dicha medida puso en jaque a la central liderada por Correa, porque de los 48 mil afiliados que tiene en la provincia, 20 mil son del sindicato de la educación.
La respuesta al plenario de los docentes no se hizo esperar y 13 días después Correa presentó una acción de amparo sindical para pedir la nulidad del punto 3 de la resolución, que expresamente dice: "Desvinculación de la CTA de los Trabajadores. Abrir el debate a todas las escuelas sobre criterios y métodos para hacerlo. Definir en plenario línea gremial de este año".
Así, el miércoles, la justicia resolvió poner en suspenso la medida del SUTE, lo que le permitió a sus afiliados participar de las elecciones del jueves (que ganó Correa). A su vez, el tribunal se declaró incompetente en el tema y derivó el conflicto al ex Ministerio de Trabajo nacional.
Desde la central filokirchnerista aseguran que lo que se votó en agosto va contra el estatuto del SUTE. Ellos se remiten a 1992, cuando en plenario se resolvió que el sindicato adhiriera a la CTA, por lo tanto para modificar esa decisión se necesitan dos tercios de los votos, número que no alcanzó el plenario del 1 de agosto. "No nos quedó otra forma de actuar frente a la arrogancia de pensar que una organización empieza cuando uno llega", dijo Correa con respecto al accionar de Henríquez.
Por su parte, éste aseguró que el argumento no tiene validez porque en 1992 el SUTE se adhirió a la CTA, no a la CTA de los Trabajadores. “Cuando la CTA se dividió nunca se hizo un plenario para decidir a cuál pertenecer, por eso los 105 votos son suficientes. Y la CTA de 1992 ya no existe”, justificó el dirigente de izquierda.
Además aclaró: “Nosotros nunca planteamos que no se pudiera ir a votar, no hemos hecho nada para entorpecer el acto eleccionario”.
Por qué desvincularse
“Básicamente la CTA de los Trabajadores y su conducción son una interna del SUTE. Usan la estructura y los fondos para intervenir el SUTE”, aseguró Henríquez.
“Ese sector se sienta con (Alfredo) Cornejo y arregla. Apoyan sus propuestas, como por ejemplo la Ley de Movilidad. No ha jugado un papel activo contra el gobierno. No está presente en la calle y solamente saca comunicados”, agregó.
Con respecto a qué camino seguirá el SUTE, explicó: "En el plenario de octubre discutiremos qué posición tomar".
Pero esta pelea gremial no se circunscribe a la CTA. En los últimos meses renunciaron tres miembros "celestes" del secretariado de la seccional del SUTE de San Martín y la dejaron sin quórum. Además, la secretaria general de esa zona había sido denunciada por malversación y ya no estaba a cargo.
Por lo tanto, se hicieron los comicios correspondientes el 31 de agosto para elegir una nueva conducción, que ganó la lista Azul Naranja de Correa.
En esa elección las listas Marrón y Verde -que se unieron el año pasado para que ganara Henríquez- presentaron candidatos por separado.
“Sebastián Henríquez tiene un problema de representación. En lo que lleva al frente del SUTE se han desafiliado 764 trabajadores”, lo acusó Gustavo Correa.
Por su parte, el titular del SUTE reconoció la derrota y defendió la limpieza de la elección: “Fue transparente, en la junta había representantes de la mayoría y de la minoría. Ellos pudieron revisar cada voto”.
Un triunfo electoral que se veía venir
En las elecciones del jueves de la CTA disidente se impuso la Lista 10 "Unidad de Lxs Trabajadorxs" con más del 80%. Hugo Yasky a nivel nacional y Gustavo Correa en Mendoza renovaron cuatro años más sus mandatos. Además, Avelina Alonso (Siduncu) y Juana Carmona (SUTE) son las nuevas secretarias adjuntas.
El resultado se podía adivinar porque la Lista 10 presentó candidatos en los 18 departamentos mientras que la 6 "Multiculor" -de Gabriela Lugones, Paola Vignoni y Estela Saldaña- solamente llevó candidatos en Capital, Las Heras y Luján.
La central de disidentes de la CGT
La Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) nació en 1992, cuando un grupo de sindicatos afiliados a la Confederación General del Trabajo (CGT) decidió salirse por no compartir la misma postura ante el gobierno (peronista) de Carlos Menem.
La CTA está integrada por sindicatos, organizaciones sociales, de jubilados y afiliados directos (cualquier persona mayor de 14 años que vive, vivió o quiere vivir de su trabajo). A nivel internacional está afiliada a la Coordinadora de Centrales Sindicales del Cono Sur.
En 2010, se dividió en CTA Autónoma y CTA de los Trabajadores. La primera es liderada por Ricardo Peidro y la segunda por Hugo Yasky.