Una partida que Cornejo juega callado

El Poder Ejecutivo intenta recrear el acuerdo que lo hizo ganar hace casi dos años pero el massismo se muestra esquivo y tentado por el PJ. Los radicales no develan la estrategia, pero antes de discutir nombres piden a sus socios una inequívoca profesión

Una partida que Cornejo juega callado

Luis Abrego - labrego@losandes.com.ar

A menos de un mes para la presentación de los precandidatos para las legislativas, la incertidumbre domina el escenario local. A diferencia del panorama nacional, que aprovechó el feriado del 25 de Mayo para confirmar posicionamientos, blanquear estrategias y definir rumbos, en Mendoza -por el momento- los modos son más sutiles, más negociados, aunque no por ello menos tensos.

El oficialismo se enfrenta al desafío de repetir su exitosa experiencia de 2015 bajo el dilema de intentar contener a aquellos aliados que hoy claramente expresan su oposición al presidente Mauricio Macri. En el radicalismo dan por descontado que tanto el Pro como el PD terminarán confluyendo en el frente que busque plesbicitar también la gestión de Alfredo Cornejo.

Con el resto de los socios locales las circunstancias son particulares, sobre todo teniendo en cuenta que estos comicios son unificados con la Nación, lo que inevitablemente mezcla aquella realidad con la de Mendoza y eso dificulta acuerdos. Sin embargo, en el Ejecutivo se muestran optimistas. Aseguran que el posicionamiento de Cornejo y la valoración de su gobierno en las encuestas funciona como un “incentivo” que ayuda a disimular las diferencias. Y hasta resaltan que en las charlas previas nadie ha planteado las prevenciones que insinúan los medios.

El massismo está enfrascado en la construcción presidencial de cara a 2019 y estrenando un acuerdo con el GEN de Margarita Stolbizer (inicialmente diseñado para la provincia de Buenos Aires pero que podría incidir en otros distritos) por lo que las chances de verse envuelto en el armado mendocino de Cambiemos genera más rechazos que apoyos puertas adentro del Frente Renovador.

De todas formas, la decisión final se tomará el próximo 9 de junio en un congreso provincial que terminará de definir la postura massista y de cuya negociación también forma parte los recientes tironeos respecto de la posibilidad de concretar una elección desdoblada en San Carlos, el territorio de uno de sus referentes, Jorge Difonso. Por lo pronto trascendió que ya han registrado en la Justicia una denominación propia para ir en solitario o inclinarse hacia el armado oficialista u opositor, si llegara el caso.

Libres del Sur, que también se sumó a la entente Un País, de Massa y Stolbizer, aparece más cauto sobre la posibilidad de romper o no, pues sus chances están directamente atadas a su alianza con Cornejo. A las huestes de Humberto Tumini y Victoria Donda se les vence el mandato de Graciela Cousinet en la Cámara de Diputados de la Nación y pretenden -al menos- conseguir un lugar “entrable” en la Legislatura provincial además de otros espacios expectantes en los Concejos Deliberantes, especialmente aquellos que conduce el radicalismo.

En ese sentido, la decisión (al igual que los socialistas, cuya postura le expresó el propio Antonio Bonfatti al gobernador días atrás) es “permanecer en el Frente Cambia Mendoza” aunque con listas diferenciadas a nivel nacional. Aseguran que en esta negociación también participa Difonso. En ese sentido, difonsistas y Libres entienden que si la denominación de la boleta fuera “Cambia Mendoza” en vez de “Cambiemos” todo seguirá sin inconvenientes, si es que además no hubiera oposición jurídica a “una colectora de arriba para abajo” que habilite una lista diferenciada. En ambos casos, el hombre que barajan para representar a ese espacio es el mismo Difonso. Según su entorno, el sancarlino vería con buenos ojos mudarse a Buenos Aires. De hecho firmó la solicitada de intendentes que pidieron al gobernador limitar los mandatos de los jefes comunales algo que, de concretarse, lo condicionaría en 2019 para seguir al frente de la comuna.

Mientras estas disquisiciones transitan, en Casa de Gobierno manejan bajo siete llaves la estrategia en caso de uno u otro escenario. Aún esperan una respuesta contundente de Mario Abed para saber si querrá encabezar la lista de diputados nacionales. Una confirmación que el juninense ha dilatado y que podría hacer cambiar de planes.

Por lo poco que ha trascendido, Abed no se muestra convencido por dos razones: en principio no le seduce la posibilidad de dejar la comuna cuando aún le quedan dos años de mandato; y en segundo lugar, porque sabe que, si se decidiera, disminuirían las chances de otro hombre del Este, el actual diputado y también radical Luis Petri quien sí ha expresado su convicción de ir por la reelección. Estas definiciones, confirman en el Cuarto Piso, se darán en conjunto con el resto de los intendentes radicales.

Por el momento, las conversaciones con los socios están dadas bajo una premisa de hierro bajada por el propio Cornejo: que cada uno defina primero si quiere ser parte del frente en Mendoza, y si para ello hay que modificar el reglamento que los une, se avanzará. Luego, si esa voluntad existe, recién ahí empezar a discutir nombres.

Otra condición de este pacto aún tácito es "no quemar nombres al pedo", como grafica uno de los interlocutores que busca sellar un acuerdo oficialista amplio que recree aquél que posibilitó el triunfo a Cornejo. Una adicional es considerar todas las alternativas posibles, incluso aquella que habilitaría a ir con el sello "Cambia Mendoza" en vez de "Cambiemos" o, en su defecto, con un tramo local de la boleta.
Mañana Cornejo recibirá a Lilita Carrió, quien vendrá a respaldar a su principal figura en la provincia, Gustavo Gutiérrez, por el que también pedirá un lugar en las listas. Aunque los propios cívicos no guardan muchas expectativas del éxito de esa gestión.

El peronismo, por su parte, luce cada vez más enredado. La decisión de eliminar la denominación “Frente para la Victoria” de los bloques legislativos y comunales, terminó de agigantar las diferencias entre la conducción partidaria que encabeza Omar Félix y los sectores referenciados con la ex presidenta Cristina Fernández que expresan -principalmente- el diputado nacional Guillermo Carmona, y la senadora nacional Anabel Fernández Sagasti, jefa de La Cámpora mendocina.

La disputa interna parece inevitable por la puja entre dos modelos partidarios disímiles, en los que además se mezclan las expectativas del sector de Félix y los intendentes de repatriar a los massistas: opción que tanto el kirchnerismo, como el postkirchnerismo que expresa a nivel nacional Florencio Randazzo, hasta ahora resisten.

Las gestiones en Buenos Aires ante el propio Massa buscan forzar que sus seguidores se sumen al armado peronista en Mendoza. El diputado sindical Guillermo Pereyra tiene muchos resquemores y diferencias con el PJ mendocino, pero -al igual que Difonso- entiende el juego nacional de Massa.

Sin embargo, una sutil grieta se advertir entre los massistas-stolbizistas locales. Y fue el diputado Ernesto Mancinelli quien la expuso al decirles por Twitter a sus nuevos socios que “van a tener que optar por construir una alternativa a futuro o volver al pasado con los que fundieron la provincia”. Clarísimo.

Observadores de la interna peronista entienden que esta ocasión más que de una construcción opositora es para dilucidar liderazgos que conduzcan, sí dentro de dos años, a una reunificación de las distintas expresiones del PJ. Por lo pronto, fuentes partidarias aseguran que de aquí al 14 de junio, fecha límite para la inscripción de frentes y alianzas, están abocados de lleno a conformar un esquema “con todos adentro”. Y remarcan la palabra “todos” (que incluye el deseo de las disímiles variantes peronistas, incluso massistas y kirchneristas), aunque no descartan disputas a través de las PASO para conformar la lista definitiva.

Dentro de esta confusión de roscas y operaciones cruzadas, hay sólo una cosa en claro: los próximos quince días serán de alta intensidad. Gobierno y oposición se juegan las chances de cambiar la relación de fuerzas legislativas o garantizar a Cornejo un sereno tránsito en el tramo ¿final? de su gobierno. Ni uno ni otro bando se animan tampoco a dar por muerta la posibilidad de reflotar las chances de la reforma constitucional que habilite la reelección. Aunque esto finalmente suceda, tampoco nadie asegura que sea Cornejo el beneficiario. Pero los esfuerzos por forzar una u otra alternativa, suman más condimento en la partida que por estos días empezará a definirse. Es que hay mucho en juego como para estar hablando tanto.

En Twitter: @LuisAbrego 

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