Las asiáticas Hong Un-Jong, de 27 años, de Corea del Norte, y Lee Eun-Ju, de 17, de Corea del Sur, se sacaron una selfie en un descanso de los ejercicios para las competencias de gimnasia artística.
Ambas jóvenes rompieron el protocolo entre dos naciones en tensión permanente y concretaron la iniciativa de hermandad sin pedir permiso.
La selfie se viralizó y provocó que la prensa internacional les pidiera otra foto juntas, a lo que accedieron.
A diferencia del pedido de Tregua Olímpica entre simpatizantes brasileños y argentinos, esta vez no hubo necesidad de que interviniese la organización de los Juegos. Para imitar.