Una gran cantidad de gente quebrantó la orden de permanecer en casa en Colombia para asistir al funeral de un conocido delincuente arrestado en diciembre por cargos de extorsión, y que falleció de un infarto el domingo mientras era transferido a otra cárcel.
En unos videos publicados en las redes sociales el martes podía verse a más de 200 personas caminando por una calle de Bello, un suburbio de Medellín, con el ataúd del líder criminal Edgar Pérez mientras unos hombres en motocicletas tocaban sus bocinas.
Algunos miembros del cortejo fúnebre llevaban globos rojos y blancos y un afiche con el nombre de Pérez, al tiempo que un par de agentes de la Policía observaban impotentes la escena, rebasados por la multitud.
"Esto muestra que, en algunas partes del país, los grupos ilegales aún tienen relaciones de patronaje y clientelismo muy fuertes", comentó Sergio Guzmán, analista de riesgos colombiano. Los líderes de pandillas "proveen trabajos en estas comunidades y también imparten justicia", añadió.
El evento también pone de relieve cómo Colombia está pasando apuros para hacer respetar la orden de confinamiento a nivel nacional durante un mes para frenar la propagación del coronavirus.
En los vecindarios acaudalados de ciudades como Bogotá y Medellín todavía se puede ver a los residentes corriendo, haciendo caso omiso de una orden para que permanezcan en casa que comenzó el 24 de marzo.
En tanto, en los vecindarios de clase trabajadora los vendedores callejeros también están ejerciendo su oficio.
Y mientras la festividad de la Pascua se aproxima, los alcaldes de localidades turísticas aledañas a la capital colombiana se han quejado de que los residentes ricos de Bogotá tratan de introducirse furtivamente a sus poblados a través de pequeños caminos rurales, de forma que puedan pasar un tiempo en sus casas de campo.
En Bello, que está a media hora de distancia en auto de Medellín, la Policía dijo que multó a 15 personas que participaron en la procesión fúnebre de Pérez.
Las autoridades señalaron que no pudieron tomar medidas más enérgicas para disipar el cortejo debido a que había muchos niños y ancianos en el grupo.
Colombia está exhortando a sus ciudadanos a permanecer en casa e imponiendo multas de 300 dólares a aquellos que salgan de sus hogares sin una buena razón.
Los residentes del país de 50 millones de habitantes sólo tienen permitido salir si van a comprar alimentos o medicamentos, o si tienen que ir a trabajos considerados esenciales durante el cierre.
Los vuelos comerciales se han suspendido, así como el transporte público entre las ciudades de Colombia, que hasta ahora ha reportado 2.054 casos confirmados de COVID-29, con 54 muertes.
"En papel, Colombia tiene medidas fuertes", comentó Guzmán. "Pero ha sido difícil su cumplimiento en las clases altas y también en los sectores populares".