La ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner volvió anoche a esta capital después de cuatro meses de ausencia y fue recibida por varios miles de personas, en su mayoría simpatizantes kirchneristas, que con su presencia en el aeroparque metropolitano anticiparon la previsible multitud que la acompañará mañana cuando, en principio, se presentará como imputada a declarar en una investigación judicial sobre la venta de dólares a futuro durante la última parte de su gobierno.
A las 21.48, la ex Presidenta llegó al aeroparque porteño en el vuelo comercial 1893 de Aerolíneas Argentinas que la trajo desde El Calafate, donde alternó con su vivienda en Río Gallegos la estadía de los últimos 123 días desde que dejó la Presidencia tras la multitudinaria despedida del 9 de diciembre pasado en la Plaza de Mayo.
Doce minutos después, apareció por la puerta de salida que da al estacionamiento norte del aeropuerto, colmado por varios miles de militantes, simpatizantes y “ciudadanos de a pie” (“me animo a decir que 10 mil hay”, dijo a este diario un oficial de la Policía de Seguridad Aeroportuaria, PSA; 25 mil, exageró un vocero de La Cámpora, Hernán Reibel).
Golpeándose el pecho a la altura del corazón, saludó a los presentes, antes de acercarse a saludarlos junto al vallado, como lo hacía cuando era jefa de Estado, tanto de ida como de vuelta; hasta saludó con la mano subida al marco de la puerta del auto negro que la sacó del Aeroparque.
“Che gorila, no te lo decimos más, si la tocan a Cristina, que quilombo se va a armar” y “Macri, basura, vos sos la dictadura”, fueron las consignas más entonadas. La presencia mayoritaria se identificó con carteles de La Cámpora (estuvo el diputado Andrés Larroque), Nuevo Encuentro, Kolina, Unidos y Organizados, Miles, los radicales de Los Irrompibles, el PJ de Avellaneda con el intendente Jorge Ferraresi a la cabeza, y los cibermilitantes de Resistiendo con Aguante.
También pudo verse en primera línea a su ex secretario general y titular de la ex Side Oscar Parrilli y al dirigente radical Leopoldo Moreau.
La Policía de Seguridad Aeroportuaría (PSA) tenía previsto un dispositivo que preveía que la ex Presidenta subiera en un automóvil en la misma pista que saldría por la puerta utilizada en el lado opuesto por los vuelos privados y que comunica con la avenida Sarmiento.
Pero ella les habría hecho saber que no saldría por esa suerte de “puerta de atrás” y sí por la principal que da al hall central del aeropuerto, sobre la avenida Costanera, frente al Río de la Plata.
La llegada de la ex Presidenta en medio de esa movilización coincidió con la cena en la que su sucesor Mauricio Macri participó en el subsuelo del Hotel Hilton de Puero Madero con alrededor de un millar de empresas convocados por la organización no gubernamental Cippec.
El recibimiento en el Aeroparque fue el mayor, comparado con los alrededor de dos centenares de personas que la despidieron en su casa de El Calafate y una cantidad similar que lo hizo en la puerta de su departamento de Juncal y Uruguay, barrio Recoleta, en este caso todos de La Cámpora, donde estaba previsto que pasara la noche, si no lo hacía en el departamento de su hija Florencia, barrio San Cristóbal.
La bienvenida a la ex Presidenta se convertirá seguramente en una multitudinaria movilización de acompañamiento a partir de la tarde de hoy y la mañana del miércoles, cuando a las 10 tendrá que declarar ante el juez federal Claudio Bonadío en la causa por la venta de dólar a futuro. Hoy mismo y a las 10 se presentará a declarar su ex ministro de Economía, Axel Kicillof, quien anticipó que se hará presente una hora antes para hablar con la prensa.
La previsión de que la presencia de Cristina se convierta en una multitudinaria manifestación (el jefe del PJ bonaerense y ex intendente matancero Fernando Espinoza pronosticó la presencia de 200 mil personas) llevó al ministerio de Seguridad a adoptar un dispositivo especial.
El jefe de la Policía Federal, Néstor Roncaglia, precisó que habrá 300 efectivos de distintas fuerza de seguridad y que habrá un vallado que impedirá el acceso de unas diez cuadras, al interior del cual están los tribunales de Comodoro Py.
Ese derrotero dependerá de la decisión que pueda adoptar en las próximas horas la sala II de la Cámara Federal porteña respecto de si aparta o no a Bonadio de la causa. De suceder así, es posible que la ex Presidenta no tenga que declarar mañana. El tribunal debe resolver sobre un pedido de apartamiento de Bonadio que hizo otro de los imputados por el caso, el exdirector del BCRA, Pedro Biscay.
Gran operativo para mañana
El Gobierno nacional desplegará un operativo especial mañana cuando la ex presidenta Cristina Fernández se presente a declarar ante el juez federal Claudio Bonadio en la causa del “dólar futuro”, con el objetivo de que ese día “no haya desmanes”.
Así lo informó la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien remarcó: “El objetivo concreto es cuidar (los tribunales) de Comodoro Py, a la ex presidenta y ordenar el operativo para que nada se desborde”.
La funcionaria señaló que “se está preparando” el operativo, ya que ayer hubo “una reunión” donde se definió que habrá “un comando unificado de las fuerzas federales y de la ciudad de Buenos Aires”.
En declaraciones, Bullrich anticipó que se informarán las calles que estarán cortadas en los alrededores de los tribunales federales del barrio porteño de Retiro.
“Hemos tomado contacto con la Cámara de Casación, el doctor (Alejandro) Slokar nos ha pedido una seguridad especial para Comodoro Py. Estamos armando un operativo para cuidar a los jueces”, comentó.
Además, manifestó que se han puesto “en contacto” con la custodia de Fernández para “saber cuáles van a ser sus movimientos” en la sede judicial. “Nosotros vamos a trabajar para que no haya desmanes, después está fuera de nuestra órbita la decisión de la Justicia”, respondió cuando le preguntaron sobre de qué manera se está organizando el operativo.
