Una vez más, la Villa 25 de Mayo, de San Rafael, fue el centro de reunión para los lugareños y visitantes que decidieron acercarse a disfrutar de los festejos el aniversario de la revolución de 1810.
El sol radiante, aunque el aire gélido obligó a abrigarse bastante, acompañó hasta las tres de la tarde, cuando las nubes cubrieron el cielo. Eso no impidió que la gente se quedara a formar parte del pericón nacional, que se bailó esta vez en el predio ubicado junto al Fuerte San Rafael del Diamante, y no en la calle Mitre como otros años.
Cientos de parejas de centros de jubilados, de academias de danzas, grupos de baile y centros tradicionalistas de distintos puntos del departamento participaron del encuentro. El colorido de ropas gauchas invadió el ambiente y desde pequeños hasta personas de edad se prepararon desde muy temprano para participar del baile patrio. Los primeros acordes de la tradicional danza llenaron el aire y el público acompañó cada compás y cada figura de los bailarines con aplausos.
Hasta el intendente de San Rafael, Emir Félix bailó el pericón, junto a funcionarios provinciales como Lucas Quesada, vicepresidente del Ente Autárquico de Turismo quien llegó acompañando al gobernador Alfredo Cornejo.
El lugar elegido para el gran baile patrio es uno de los rincones más queridos por los sanrafaelinos. Ubicado a unos 25 km del centro sanrafaelino -allí nació el departamento el 2 de abril de 1805- posee las ruinas del Fuerte San Rafael del Diamante, la capilla Nuestra Señora del Carmen, y conserva esa tranquilidad pueblerina, con características arboledas.
Por una ordenanza municipal que establece que las fiestas patrias se realice el acto oficial en cada distrito, la Villa es la sede de los actos del 25 de Mayo. Cada año se realiza el chocolate patrio, el Tedéum en la parroquia Nuestra Señora del Carmen, el acto y el desfile por las calles del pueblo. Y este año, además, fue sede de los festejos provinciales.
Hasta allí llegó gente desde distintos puntos de Mendoza y de diferentes rincones del país. Como Marta (66) que llegó desde Buenos Aires con su familia de paseo al departamento sureño y al enterarse de los festejos en la Villa no quisieron perdérselos. "Nos habían contado que venía mucha gente y que se bailaba el pericón, pero no sabíamos que había tanto espíritu de fiesta y de sentir nacional", señaló.
Como ella, otro turista, Juan Chávez, oriundo de Santa Fe, contó que les costó llegar por "la gran cantidad de vehículos y la larga fila que se formó. Pero ahora se compensa con estos pasteles exquisitos", dijo mientras comían en uno de los puestos instalados en el predio de la fiesta. Es que la ruta de acceso, la 150, fue habilitada hasta las 15 sólo en una sola mano de este a oeste para facilitar el desplazamiento de la gente que se dio cita a este encuentro patriótico.
"Trajimos el mate, reposeras y bastante abrigo porque normalmente hace frío en la Villa", afirmó María Victoria, vecina de San Rafael. Y agregó: "Las tortas fritas las compramos acá, son las mejores que hay". Entre comidas típicas, tomando algo para no tener frío, y mientras esperaban el pericón nacional, muchas familias recorrieron los diferentes puestos. Otros prefirieron caminar por los alrededores.