Discapacitados bloquearon una avenida de La Paz el martes y colgaron a una mujer en silla de ruedas desde un puente tras una semana manifestaciones callejeras en reclamo de que el gobierno de Evo Morales mejore sus pensiones.
Policías armados con escudos intentaron impedir la protesta pero fueron rebasados por transeúntes y gente que apoya a los movilizados. Los manifestantes ataron sogas a las barras de un puente peatonal y elevaron en su silla de ruedas a Rosmery Guarita. Luego se apostaron bajo el puente y cortaron el tráfico en la avenida de mayor circulación en el centro de esta capital.
Una mujer policía y otro manifestante sufrieron desmayos en medio de los forcejos.
Suspendida a unos cuatro metros del piso Guarita gritaba por un megáfono: "Radicalizaremos la protesta en vista de que el gobierno no nos escucha''.
Ocho días atrás el grupo llegó a la ciudad tras marchar en sillas de ruedas y muletas por más de 30 días en reclamo de un aumento en sus rentas de los 143 dólares actuales a 862 dólares; pero el gobierno descartó la demanda.
El viceministro de Coordinación con Movimientos Sociales Alfredo Rada reiteró en rueda de prensa el martes que "el gobierno no está en posibilidades económicas de atender el pedido''.
Poco más de un centenar de personas participan de la protesta, algunos de ellos niños. Desde que llegaron se instalaron en carpas a unos 200 metros del palacio presidencial. La policía cercó la plaza de armas con compuertas de hierro para impedir el ingreso de los manifestantes.
La semana pasada la policía debió dispersarlos con gases. El ministro de Gobierno Carlos Romero dijo que hay "infiltrados'', pero los dirigentes de la protesta indicaron que universitarios apoyan su reclamo.
Un camión lanza agua apuntaba el martes a los manifestantes tras las rejas ante otra posible arremetida, pero esta vez los discapacitados optaron por tomar el puente a unas cuadras de allí.
"El gobierno está apostando a cansarnos, pero por 30 días hemos aguantado hambre, sed, frio y dolores en la carretera para irnos con las manos vacías'', dijo a The Associated Press David Cayo, líder de la protesta.
En 2004 Cayo quedó paralítico en un accidente de carretera cuando viajaba de su pueblo a estudiar a la ciudad de Cochabamba, en el centro del país. Dejó la carrera de ingeniería civil y recién pudo terminar la de administración de empresas, pero no ha podido conseguir trabajo. "La vida es más dura para un discapacitado'', dijo Cayo, de 42 años y padre de dos hijos.
En su afán de presionar al gobierno, los manifestantes incluso se han sacado sangre con la que pintaron carteles. "Renta o muerte'', dice un escrito bajo el cual un manifestante yace atado a una cruz de madera.