“Ahí la tiene Sábato, lo marcan dos. pisa la pelota Ernesto. Arranca por la derecha el genio de la literatura mundial, y deja el tercero. Y va a tocar para García Márquez, ¡siempre Sábato!.. ¡Genio, genio, genio!. Ta-ta-ta-ta-ta-ta-ta... ¡Gooooool!, ¡gooooool!”.
Ni hace falta aclarar que el verdadero protagonista del relato de Víctor Hugo Morales no es el fallecido escritor argentino (futbolero como pocos y fanático de Estudiantes de La Plata), sino que es Diego Armando Maradona convirtiendo lo que fue el 2 a 0 parcial a Inglaterra en el Estadio Azteca en 1986.
Sin embargo, de acuerdo a la muestra que desde el 12 de junio se puede visitar en la Biblioteca San Martín y que combina los archivos históricos y periodísticos de los mundiales '78 y '86 (los dos que ha ganado Argentina hasta el momento) con las obras primordiales de los autores latinoamericanos, Ernesto Sábato sale a la cancha como el goleador de la selección, acompañado por el colombiano Gabriel García Márquez y el chileno Pablo Neruda en el tridente ofensivo. ¡Otra que Di María, Agüero y Messi!
No. No es un delirio ni mucho menos. Es que una de las principales atracciones de la exhibición consiste en una maqueta con muñequitos que representan la formación del “seleccionado literario futbolístico de la Biblioteca San Martín”. Allí, en una cancha de fútbol cubierta por un domo de vidrio, se puede repasar a los 11 titulares -a los que se suman los suplentes- del seleccionado confeccionado por el personal de la institución.
“Intentamos hacer algo que llame la atención de la gente y, al mismo tiempo, los vincule con libros y autores del continente. Y el fútbol logra ese efecto”, destacó Carlos Ábrego, director de la Biblioteca San Martín.
La entrada es libre y gratuita y la muestra se puede visitar de lunes a viernes de 9:30 a 19:30 hasta el 13 de julio.
“Si a Argentina le va bien, y esperemos que así sea, podemos estirarla algunos días más”, indicó el director.
Los mejores
Los mencionados Sábato, García Márquez y Neruda no juegan solos en esta especie de dream team literario. El boliviano Renato Prado Oropeza defiende el arco, mientras que el venezolano Rómulo Gallegos, el mexicano Carlos Fuentes, el peruano Mario Vargas Llosa, el uruguayo Eduardo Galeano y el brasileño José Mauro de Vasconcelos (entre otros) acompañan a lo largo y ancho de todo el campo de juego.
Como si todo esto fuese poco, el banco de suplentes tiene “jugadores” que en cualquier otra selección serían titulares sin duda alguna. Jorge Luis Borges y Julio Cortázar son, tal vez, los nombres más resonantes de los que integran el banco.
“Quedaron afuera porque no eran muy apasionados por el fútbol”, aclaró Ábrego. De hecho, al propio Borges se le atribuye la frase que reza que “El fútbol es universal porque la estupidez es universal”, algo que deja más que claro el poco apego del célebre escritor por este deporte.
Mario Benedetti (Uruguay) y Juan Rulfo (México) son otras de las figuras que -como se dice en el lunfardo- “comen banco” en este combinado. Como no podía ser de otra forma, el entrenador del equipo también cuenta con méritos suficientes en su envidiable palmarés.
Se trata nada más y nada menos que de Miguel Cervantes de Saavedra, quien tiene a su “hijo” Don Quijote de la Mancha como ayudante de campo.
Hasta el momento, analizando nombre por nombre, estamos hablando de un equipazo. Sin embargo, como ocurre con Carlos Tevez en el equipo de Sabella que está jugando en Brasil, también hay una ausencia que ha generado controversia. “Mucha gente que ha venido ya nos ha reclamado que haya quedado afuera (Roberto) Fontanarrosa”, agregó con tono autocrítico el director de la biblioteca.
Además de la maqueta y los muñecos que representan a cada uno de los escritores - jugadores (cada uno con su camiseta identificatoria y su nombre al pie de cada figura), en una vitrina ubicada al lado están los libros más emblemáticos de cada uno de estas figuras.
De colección
En la misma sala se pueden encontrar, además, los ejemplares de los diarios Mendoza y Andino (ambos desaparecidos) de los meses de junio, tanto de 1978 y de 1986.
“La gente que viene puede revivir el día a día de esa época repasando los diarios del mes. No sólo en lo que tiene que ver con el fútbol, sino con todo lo que pasaba a nivel político y económico”, agregó Ábrego, quien resaltó que se eligieron los mundiales que ganó Argentina como eje de la muestra para que sirva “como gancho”.
En otra de las vitrinas están las revistas El Gráfico y otras publicaciones deportivas de la época en las que sobresalen las crónicas de los partidos, el resumen de las finales de ambos (3 a 1 contra Holanda en 1978 y 3 a 2 contra Alemania en 1986), además de las figuras de Maradona y Mario Alberto Kempes como los íconos excluyentes de cada uno de los mundiales.
“Muchos papás traen a sus hijos niños y adolescentes para contarles cómo se vivieron ambos mundiales y reconstruir la historia. Y también vienen mucha gente grande que se queda atrapada leyendo los diarios de la época”, cerró Ábrego.