No hay caso. De visitante no puede. Le cuesta imponer su juego de manera regular. Arranca muy dormido en defensa y esa desconcentración le pasa factura.
Estamos hablando del Centro Deportivo Rivadavia, equipo que cayó ante Bahiense del Norte por 68-59 y sumó su octava derrota en calidad de visitante y la chances de clasificar directamente se complican (clasifican directamente los primeros tres).
En el primer cuarto, Rivadavia estuvo muy impreciso en ataque. Por esta razón, el DT Minelli movió el banco y mandó a la cancha a Agustín Gómez, quien le brindó más opciones en ofensiva y le permitió al Naranja pasar al frente e irse al descanso largo con una ventaja de 6 puntos: 25-31.
Sin embargo, en el tercer parcial, Rivadavia volvió a perder peso ofensivo y sólo convirtió nueve puntos: 42-40.
En el capítulo final, el ritmo del partido fue palo a palo. El dueño de casa perdió sus internos, pero el Naranja no pudo dominar la zona pintada ni con Trejo ni Pérez Da Rold. Asimismo, Matías Chaves apareció sobre el final y fue desequilibrante. Perdió otra vez el Naranja fuera de casa, aunque todavía tiene tiempo de reaccionar.
Por su parte, Atenas Sport Club se quedó sobre el final. Fiel al estilo made in Noria, fue un equipo asfixiante, que jugó al límite y lo tuvo a Olimpo contra las cuerdas. Pero, esta vez, sí le pasó factura la falta de recambio.
El cansancio se sintió y el dueño de casa lo apabulló en los dos últimos minutos del tercer cuarto y todo el capítulo final. Las chances de entrar en reclasificación son mínimas. Casi un milagro lo metería al elenco de San José en esa instancia. De lo contrario, deberá jugar la serie final para no perder la categoría.
