A pocos menos de una semana de una nueva edición del clásico más importante de la Primera B Nacional, en Independiente Rivadavia nace una luz de esperanza por la recuperación de Gaspar Servio.
Es que ayer se conoció que el arquero se está recuperando mejor de lo esperado y tanto Servio como los médicos del plantel profesional de la Lepra esperarán hasta último momento para ver si el número uno, puede ser de la partida ante su clásico rival, Gimnasia. Recordemos que el ex Banfield sufrió un desgarro en el isquiotibial.
Esta semana larga para el equipo de Pablo Quinteros servirá para esperar por la evolución de los jugadores golpeados a la espera de que puedan estar presentes el próximo martes, en el Bautista Gargantini.
Por su parte Cristian Podestá, que no pudo jugar ante Quilmes por la Copa Argentina culpa de una contractura, es el que corre con más chances de poder estar ante el Lobo.
Mientras que Franco Dolci, que también se perdió el choque ante el Cervecero, espera recuperarse del desgarro, pero está casi descartado. Otro que estaría descartado es Lucas Masoero que padece una contractura.
López se juega la última ficha por el horario
Aprovechando el viaje a Buenos Aires con motivos de la reunión de la Primera B Nacional que se lleva a cabo todos los martes en AFA, el directivo Leonardo López además, intentará mediante una reunión con los altos directivos de la entidad madre del fútbol argentino, que el horario del superclásico mendocino vuelva a su horario inicial. Recordemos que en un principio el partido frente a Gimnasia y Esgrima estaba pactado para el día martes 11/8 a las 21.
Pero este lunes pasado en horas de la tarde se conoció, que desde el ente de seguridad encargado de los espectáculos deportivos, el nuevo horario para el partido más importante de la Primera B Nacional. La policía pidió que el choque se realice a las 14 en el estadio Bautista Gargantini. Esto provocó el enojo en el Azul y hoy irán por el cambio, que es muy difícil que se de.