"No sé como voy, no sé como vengo, sólo se que te vengo alentar, no puedo explicar este sentimiento, que se lleva adentro no puedo parar, vamos Independiente todo va estar bien, como siempre te seguiré, como siempre te alentaré, vamos Independiente, vamos a ganar, que la vuelta queremos dar, todos juntos a festejar, porque Gimnasia no existe más y la Bodega p... vamos a quemar..." Explota el estadio Juan Gilberto Funes.
Los más de 5 mil caudillos del Parque explotan de felicidad. Hacen temblar la Ciudad de La Punta. Delirio total. Y es que este equipo de Gabriel Gómez, continúa haciendo historia. Pero, cuando decimos historia, ¡es historia! Un plantel con un hambre de gloria en su máxima expresión, humildad, sacrificio, repleto de juveniles que son de la entraña del club, un equipo a la altura del ADN Leproso. Sobran motivos para festejar y abrazarse con el amigo o compadre de la popular, pertenezca a Villa Marini, Barrio Sol y Sierra, Villa Hipodrómo, Parque Sur, Las Heras, San José, Lavalle, La Sexta, de donde fuere.
Este equipo no peleó el descenso, se metió en el reducido para jugar por el segundo ascenso y ahora, superó por segunda vez en su historia el primer cruce de la Copa Argentina. Aún, los hinchas Leprosos con memoria, se emocionan cuando recuerdan el cruce con Huracán de Parque Patricios en el 2015 en Alta Córdoba.
En ese momento, el Globo era el campeón de la Copa Argentina y entre sus filas contaba con jugadores como Marcos Díaz, Pato Toranzo, Rolfi Montenegro y Wanchope Abila, entre otros. Fue triunfo Azul por 1-0 con un gol de Pereyra. Locura total. Ahora, este plantel derrotó a Ferrocaril Midland por 1-0 con un tanto de Mauricio Asenjo. Gol fundamental de cara a los cruces con Nueva Chicago, teniendo en cuenta que lo hizo un goleador que más allá de que rompió la mala racha hace 10 días ante Olimpo de Bahía Blanca le ha costado mucho convertir en la temporada (3 goles).
¿Por qué ganó la Lepra? Porque fue superior a su rival durante los 90 minutos. Más allá de la categoría de uno rival y otro, el equipo de Gabriel Gómez no subestimó a su rival. Cuando se lo propuso, metió esa presión asfixiante que lo caracteriza y recuperó con facilidad el balón. Le faltó profunidad a la hora de pisar el área (una constante). La más clara para el primer tiempo fue para el elenco Azul, Asenjo, metió un balón "bochinesco" para Navas que de manera increible se escapó un gol debajo de los tres palos (la tapó el portero).
En el inicio del complemento, un robo y escalada de Dematei, terminó en un centro de Castro al corazón del área y cabezazo de Asenjo que mandó el balón a la red. Ganó la Lepra, clasificó y desató una locura ilimitada en San Luis.
La figura
Nicoas Dematéi (CSIR). Una muralla por su sector. Buen pie. De un robo suyo, nació el gol de la victoria de Independiente.
San Luis se convirtió en un planeta leproso
La espectacular campaña del plantel de Independiente Rivadavia ha despertado una pasión ilimitada en sus hinchas. Después de 19 años, el Azul volverá a jugar un reducido por el segundo ascenso a la B Nacional. Su rival: Nueva Chicago.
Pero, al "Caudillo del Parque", poco le importa quién estará en frente. Su duelo, el de la tribuna, siempre lo gana y muchas veces por goleada. Anoche no fue la excepción. Más de 5 mil fanáticos de Independiente estuvieron presentes en el estadio Juan Gilberto Funes. Desde la mañana temprano, la ruta Nacional N° 7 se vio poblada de simpatizantes con los colores azules.
Se calcula que más de 30 colectivos y cientos de autos particulares llegaron hasta La Punta. En el otro rincón, la gente de Midland también respondió. San Luis fue un verdadero planeta leproso.