Una joven de 19 años denunció que cuatro hombres la violaron en un boliche del barrio porteño de Balvanera, al cual había asistido con tres amigas para festejar un cumpleaños.
Andrés Bonicalzi, abogado de la víctima, precisó que la joven fue sometida sexualmente en la madrugada del sábado último en el segundo piso del local bailable "La Negra", ubicado en la avenida Rivadavia al 1900.
El letrado detalló que la víctima y las tres amigas se desplazaban en fila por las distintas pistas del boliche, donde un hombre rubio y de ojos celestes interceptó a la víctima, quien iba última, y "comenzó a besarla forzosamente" sin que las otras chicas "se dieran cuenta". "Luego, la llevó hasta un rincón en el segundo piso (del local bailable) y comenzó a violarla. Minutos después, llegaron otras tres personas, quienes también la violaron", relató Bonicalzi en diálogo con la prensa.
"Tengo todas las rodillas lastimadas. Me levantó del suelo, me ayudó a levantarme la calza y me decía: ´te vas a callar y te vas a calmar´", dijo la joven en declaraciones en medios porteños.
Los atacantes huyeron y la joven empezó a pedir ayuda a los gritos, detalló por su parte Julieta Petite, integrante de la Asociación Víctimas de Violaciones (AVIVI), en declaraciones publicadas hoy por el Diario Popular.
"Un muchacho le preguntó qué le pasaba, ella le contó y le pidió que llamara a la Policía, además de que llamara a sus amigas", contó Petite.
Y agregó: "Una respondió por mensaje de texto. Cuando estaban todas afuera, llamaron a la ambulancia y otra vez a la Policía, pero nunca llegaron. Quien sí llegó fue uno de los padres de las chicas y la trasladaron al hospital Fiorito".
Bonicalzi, a su turno, detalló que "se le hicieron" a la joven "los estudios del caso".
"Se le tomaron muestras a través de hisopados. Ella está lesionada: tiene lesiones genitales y paragenitales, y en las piernas también porque la apretaron fuertemente contra el piso", sostuvo el letrado.
Y añadió: "El resto del cuerpo también da referencia del hecho delictivo que se cometió, que no se trató de una situación de sexo consentido".
La joven asegura que puede reconocer a uno de sus atacantes. “Intentaban que no les viera las caras pero igual vi a uno que tiene los ojos celestes”, explicó.