Las investigaciones realizadas por el equipo del Dr. Sheldon Cohen en la Universidad Carnegie Mellon, en Pansilvania, EEUU, dieron a conocer que el apoyo afectivo del entorno mejora significativamente la respuesta del organismo frente a diversos virus.
El estudio se realizó con 406 voluntarios que fueron infectados por el virus del resfrío común y luego se estudiaron sus mucosas y sangre de los mismos. Los resultados dieron a conocer que aquellas personas que poseían mayor apoyo emocional contaban con un "blindaje" frente a los virus que les permitían que sus efectos sean más leves y menos duraderos.
El facultativo previamente nombrado afirmó que "el contacto físico no sexual, como los abrazos, es un medio para transmitir empatía, cuidado y seguridad. Esa comunicación implícita de afecto y preocupación protege de forma importante de la susceptibilidad a la infección inducida por el estrés".