El 29 de octubre de 2000 tuvo lugar la última carrera oficial en el autódromo General San Martín, ubicado en la zona La Favorita, al oeste de Capital. Cuando la concesión que tenía el Automóvil Club Mendoza expiró luego de 30 años, la Comisión Deportiva Automovilística (CDA) obligó a hacer modificaciones vinculadas con los nuevos cánones de seguridad. Había que rehacer parte de la pista.
"En ese momento yo dije que con menos de 300 metros de modificación teníamos resuelto el problema", cuenta el ex corredor Carlos Manzano, a cargo de la ACM actual. Entonces Vialidad Provincial levantó parte del pavimento sin sospechar que por lo menos en los próximos 20 años, ese autódromo no funcionaría más.
Desde hace tiempo, los empresarios Guido Badaloni, Guillermo Flamarique, José Pelliza y el mismo Manzano, entre otros, comenzaron a darle forma al sueño de que la Ciudad recupere el autódromo San Martín y que se coloque a la altura de distintas localidades argentinas donde el automovilismo es una verdadera atracción turística. La idea ha avanzado y están -dicen- en condiciones de que con apoyo del Gobierno, el sueño se cristalice. El monto calculado que se necesita para llevarlo a cabo oscila entre los 200 y 250 millones de pesos. "Difícil pero no imposible", dicen.
"En el momento del cierre, en el año 2000, hablamos con el gobernador de entonces (Roberto Iglesias), después con Julio Cobos, con el vice Juan Carlos Jaliff y así nos peloteaban", rememora Manzano en su oficina. El tiempo hizo lo suyo y el General San Martín fue vandalizado al extremo: no quedó casi nada. Mientras tanto, la pobreza estructural hacía lo suyo y la vera del predio de 99 hectáreas comenzó a poblarse de villas inestables que con el tiempo se hicieron estables. Hoy el autódromo se parece a tierra arrasada por una bomba.
La idea es reflotarlo. Este grupo de empresarios vinculado con el automovilismo comenzó con la confección de estudios ambientales y económicos, "todos encargados a la organización Mendoza Bureau (compuesta por empresas privadas vinculadas con la industria del turismo de la ciudad de Mendoza), que en breve será entregado a las autoridades provinciales para que se vea la posibilidad de un apoyo económico que es lo que necesitamos", dicen los privados.
La nueva reglamentación de la FIA (Federación Internacional del Automóvil) exige nuevos cánones de seguridad y por eso haría falta una modificación importante del circuito. Los trabajos proyectados consisten en variar sectores de la pista y nivelar sitios con la idea de mejorar vías de escape. Eso es lo que exige la FIA para homologar el circuito.
"Con esto podríamos traer hasta carreras de motos y de todas las categorías de autos menos la Fórmula Uno", se entusiasma Manzano. "Pero para todo esto, necesitamos financiación". Igualmente, la idea inicial contempla, además del autódromo, levantar canchas de fútbol y hasta un microhospital.
Los empresarios se han juntado en más de una ocasión con el ministro de Hacienda local, Martín Kerchner para hacerle llegar sus inquietudes. "En una de las reuniones nos dijo: muchachos, estamos interesados pero queremos saber todo sobre el impacto ambiental y sobre el retorno de la inversión, que es cómo vuelve el dinero si es que es aportado por el Estado", rememora el ex corredor Manzano.
Buena recepción en Capital
Entretanto, desde la Municipalidad de Mendoza ven con ojos amigables la idea. "El proyecto es bueno y viable en cuanto a la planificación urbana de la Ciudad", asegura Mario Isgró, secretario de Planeamiento e Infraestructura Urbana del municipio. "Se trataría de un polo deportivo; es la última construcción hacia la zona del oeste".
La puesta en valor de la zona, también seduce a la gente del intendente Rodolfo Suárez. "Hay un total de 26 barrios en La Favorita con unos 30 mil habitantes. El autódromo generaría hasta beneficios económicos entre sus habitantes ya que la idea de los privados es que la gente del lugar sea empleada para el trabajo que se necesita hacer".
La zona es una de las más pobres de Ciudad y cuenta con un alto grado de estigmatización.
El mismo color político de Gobierno y Municipio hizo que "nos pusiéramos a trabajar con los equipos del gobernador Cornejo para ver la posibilidad de cómo financiar la idea", según manifestó Isgró, aunque puso en relieve que la palabra final acerca de este asunto la tiene el Gobierno provincial, "porque se trata de terrenos provinciales".
En este punto, los privados y el Gobierno deberán ponerse de acuerdo para ver de dónde salen los más de 200 millones de pesos que se necesitan para poner en pie al autódromo en una tarea que demandará alrededor de dos años de trabajo, según calculan. Todo eso, en caso de que el proyecto tenga buena acogida por parte del Ejecutivo.
Los empresarios dicen que se han hecho cargo de los distintos estudios de impacto de ambiente, de los viajes a varios sitos para asesorarse y del anteproyecto que encabeza Leo Stella un arquitecto local especialista en autódromos (diseñó el reciente Villicum de San Juan entre otros).
Un informe económico indica lo rápido que sería el retorno de lo invertido una vez que el General San Martín se convierta de nuevo en una atracción para turistas y locales: "Gastronomía, hotelería y puestos de trabajos vinculados con el deporte se verían beneficiados", enumera Manzano.
Para eso se han estudiados casos como los de Río Hondo en Santiago del Estero o el reciente caso de la Capital de San Juan con el flamante autódromo Villicún donde los eventos que se realizan generan ingresos de millones de pesos a las dos provincias. "Estamos a punto de enviar todo al Gobierno. Somos optimistas", se ilusiona el empresario.
Para la gente del Municipio, está probado con las experiencias en otras pistas del país que el automovilismo como deporte "funciona muy bien y que eso hace que ingrese dinero a la provincia a partir del turismo o de sponsors de empresas importantes", asegura Sgroi. Aunque Ángela Gatti, directora de Planificación Urbanística de Capital dejó en claro que "El Autódromo es un proyecto de privados, no del Municipio".
Así y todo, los empresarios tienen para sí que han hecho su parte -y que pueden aportar más- y sueñan como niños con volver a oír los motores rugir en el predio que hoy luce desolado y ganado por las hierbas. Le dejarán la bandera a cuadros en el escritorio de Cornejo; el Gobernador sabrá qué hacer con ella.
De la alegría al abandono
El autódromo General San Martín fue inaugurado en1974, en su última versión. El 31 de marzo de ese año el famoso piloto Luis Di Palma ganó la primera carrera. Durante 23 años corrieron todas las categorías del automovilismo nacional y la concurrencia de público era excelente. Hubo también Fórmula 2 Europea en 1979 y algunas competencias de ciclismo.
En octubre de 2000 el circuito cerró sus puertas y todos los gobiernos provinciales de turno lo empujaron un poco más al olvido y al abandono. Hoy el autódromo está totalmente desmantelado como consecuencia de los ininterrumpidos robos de los que fue víctima. Ahora mismo, no hay hada que robar.