Gaseosas, galletitas dulces, caramelos, alfajores, chupetines, entre otros alimentos azucarados, publicitados a través de la televisión y principalmente las redes sociales, tientan diariamente a los niños en edad escolar de todo el país. Así a pesar de los intentos de fomentar una alimentación saludable y equilibrada, sigue preocupando la cantidad de chicos con problemas de peso.
De hecho, un estudio realizado por el Programa Nacional de Salud Escolar (Prosane) en 2019, que describe las variaciones de datos antropométricos en una cohorte retrospectiva de 10.961 niños y niñas que fueron controlados en primer grado (2012) y sexto grado, determinó que el sobrepeso aumentó de 21,1% a 26,6% y la obesidad, de 14,5%a 22,7%.
Frente a estos datos, más otros relevados años anteriores, desde el gobierno nacional decidieron actuar al respecto. Así elaboraron un a "Guía de entornos escolares saludables" con recomendaciones para las instituciones educativas de todo el país que fue publicada en el Boletín Oficial. Firmada por el Ministerio de Salud y Desarrollo Social de la Nación tiene por objetivo promover la sanción de normas que regulen los entornos escolares basadas en las mejores evidencias científicas disponibles.
La provincia no es ajena a esta realidad, ya que según datos del Programa Aprender con Salud, un 40% de los alumnos presenta sobrepeso u obesidad. Por esta razón a nivel local desde hace tiempo están abocados a la problemática. "Se están trabajando todas las estrategias posibles para atacar esta epidemia a nivel mundial, así como lo está haciendo la nación, nosotros hemos empezado este camino con tres grandes acciones", comenzó a explicar Yanina Mazzaresi, licenciada en Nutrición y parte del programa interministerial Aprender con Salud.
Una de las medidas más relevantes en este sentido fue la resolución 452 publicada en abril del año pasado. El texto firmado en conjunto por la Dirección General de Escuelas (DGE) y el Ministerio de Salud, busca desalentar la venta de gaseosas y jugos artificiales en los kioscos escolares y en su lugar promover el consumo de agua segura.
“El año pasado a partir de la resolución comenzamos con la etapa de sensibilización y lanzamos la campaña ‘Aguante’ para difundir los beneficios de tomar agua”, recordó la nutricionista a la que vez que adelantó que la idea es que durante este ciclo lectivo todas las escuelas lo lleven a la práctica. “Hubo algunos colegios que les mandaron a los padres una notita diciendo que no podían mandarle a sus hijos gaseosas o jugos, mientras que otras que implementaron kioscos saludables. Ahora tenemos que ir contagiando a las demás”, deseó.
Asimismo descartó que la iniciativa vaya por el camino de la prohibición, sino por el compromiso de todas las partes involucrada en el desarrollo de los niños. Aunque no descartó que en un futuro se le niegue a los kioscos la posibilidad de comercializar este tipo de bebidas. "Desde lo legal se está viendo cómo se implementa. Pero en principio la idea es que las nuevas licitaciones de los kioscos incluyan una cláusula para que no vendan gaseosas y se haga respetar", anticipó.
Como otras dos acciones que suman a la lucha contra la obesidad, Mazzaresi enumeró el traspaso de la responsabilidad de la merienda escolar de Desarrollo Social a la DGE y el establecimiento de un calendario para la vida sana en las escuelas, con las diferentes efemérides que hacen a lo saludable.
Apostar a la prevención
La nutricionista parte del programa Aprender con Salud celebró que la Nación haya elaborado una guía para todo el país. "Por supuesto que desde Mendoza nos vamos a sumar ya que todas las propuestas ayudan y nos brindan más herramientas", expuso. Subrayó que lo más importante de la iniciativa de Nación es que se ponga el tema en agenda.
La nutricionista explicó que la obesidad es una enfermedad inflamatoria que aumenta el riesgo de padecer diabetes, cáncer, enfermedades cardiovasculares, entre otras, a la vez que disminuye el rendimiento escolar de los chicos, entre otros problemas asociados. "El sobrepeso es el estadío anterior, es una luz amarilla que antecede a la luz roja", remarcó.
La experta indicó además que se trata de una patología relacionado a distintos determinantes sociales. “Por eso tenemos que hacer un trabajo muy fuerte sobre los hábitos a las personas y sobre todo apostar a la prevención”.
Lineamientos
La guía establece una serie de lineamientos generales que podrían ser aplicados en las distintas provincias, divididos en 15 puntos. Propende establecer criterios nutricionales en la alimentación escolar y regular la venta de alimentos y bebidas al interior de los establecimientos educativos de todos los niveles. Pretende garantizar que la escuela sea un espacio libre de publicidad promoción y patrocinio de alimentos y bebidas. Busca establecer estándares para comedores, cantinas y bufetes saludables y capacitar a cocineros y ayudantes de cocina. Hace hincapié en garantizar el acceso al agua segura y a una infraestructura escolar que facilite el acceso a una alimentación saludable.
Claves
En el decreto que aprobó la Guía, el gobierno nacional dio a conocer estadísticas sobre la Encuesta Mundial de Salud Escolar (EMSE) que se realizó en las escuelas secundaria del país en el año 2012 que concluyó lo siguiente:
En un 80,2% de los establecimientos observados había al menos un kiosco.
Los alimentos disponibles eran, en su mayoría: sándwiches de embutidos (jamón, salame, mortadela, etc.), snacks (papas fritas, chizitos, palitos, maní, etc.), galletas saladas y dulces con y sin relleno, barritas de cereal, alfajores/budines/bizcochuelos, helados, caramelos/chupetines/chicles, gaseosas regulares, agua saborizada con y sin gas, jugos de fruta envasados.
8 de cada 10 escuelas observadas ofrecían gaseosas azucaradas en los kioscos dentro de la institución.
En más de la mitad de los kioscos (58,6%) había carteles o publicidades de gaseosas.
El 90,9% de los establecimientos contaban con agua segura, pero sólo el 5,6% de las escuelas incluidas contaba con bebederos en los patios o dispensers de agua segura gratuita.
