Jardín de Otoño tiene más de 110 socios y tendrá la concesión del establecimiento durante 20 años, al menos. La idea es que allí vivan, luego de retirarse de sus vidas laborales, sus miembros.
El terreno sobre el que descansará el hogar cuenta con una calle a pocos metros que conecta el complejo con la villa cabecera, y otra con la ruta provincial. Además del terreno, la comuna también aportó los planos. De hecho, la arquitecta Viviana Martín -que integra la asociación- es quien los confeccionó y trabajó codo a codo con la Municipalidad.
“En más de dos años de vida nadie ha renunciado a la asociación y ese es un dato para nada menor. No sólo estamos recibiendo a gente mayor, sino también a jóvenes de más de 18 años que quieran participar”, aclararon sus integrantes.
Por mes, sus afiliados pagan una cuota individual de 50 pesos ó de 75 en caso de ser un matrimonio.
“No podemos hablar de un plazo para que esté listo el hogar. A nosotros nos encantaría que mañana ya esté todo en pie, pero dependemos mucho de la gente que quiera colaborar donando -por ejemplo- parte del Impuesto a las Ganancias”, sentenció Minoli.
