El terremoto que sacudió a México, que ha provocado hasta el momento más de 220 muertos y decenas de desaparecidos, golpeó con fuerza en el resto del mundo.
Esencialmente porque las imágenes mostraban a un pueblo golpeado, impotente frente a un desastre natural ante el cual muy poco pueden hacer y tratando de sobreponerse del mejor modo posible ante la adversidad.
Es más, las imágenes que se multiplicaron a través de la televisión, mostraban a hombres jóvenes, apodados "los topos" arriesgando sus vidas para salvar a sus semejantes ingresando en lugares en los que normalmente es imposible llegar.
Todo el mundo hizo conocer su pesadumbre acompañando al pueblo mexicano, con la excepción -lamentable por cierto- de una funcionaria, decana de la Facultad de Periodismo de La Plata y candidata a diputada provincial por Unidad Ciudadana (que lleva como candidata a senadora nacional a Cristina Kirchner), quien escribió en su twiter:"toda mi solidaridad con México, un país golpeado por el liberalismo y estos terremotos que causan tanto dolor…".
Una reflexión lamentable, propia de una persona desubicada, que no ha sabido discernir entre el dolor de un pueblo y la posibilidad política mediática, de intentar llevar agua hacia su molino con miras a las próximas elecciones de octubre.
Debemos partir de la base de que Florencia Saintout, la dirigente y funcionaria a la que nos estamos refiriendo, tiene todo el derecho del mundo de opinar de política y de defender sus ideales en un período democrático como el que estamos viviendo y defendiendo los argentinos.
El problema se presenta cuando esta señora confunde sus intereses políticos individuales y personales con la función que ocupa. Porque no es la primera vez que la dirigente comete este tipo de frases polémicas.
En 2015, tras el atentado a la revista Charlie Hebdo, la funcionaria ultra kirchnerista publicó un tuit que decía: "Los crímenes jamás tienen justificaciones, pero sí tienen contextos", palabras que fueron criticadas a nivel mundial porque muchos las tomaron como una justificación del acto terrorista.
Es la misma funcionaria que impulsó la entrega del premio Rodolfo Walsh por la defensa a la libertad de prensa al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, cuando todos sabemos que el mandatario venezolano ha avanzado de manera violenta sobre los medios de comunicación "de la oposición" y no respeta la más mínima crítica de parte de la gente de prensa.
Debe consignarse también que distinciones similares habían sido entregadas por la misma facultad a los ex presidentes Hugo Chávez (Venezuela), Rafael Correa (Ecuador), Evo Morales (Bolivia) y Cristina Fernández de Kirchner. A modo de aclaración, vale también señalar que Florencia Saintout nunca escondió su militancia.
Recibió como premio para el día del periodista un pañuelo de parte de las Madres de Plaza de Mayo "por su entrega y compromiso en la lucha por una patria libre, justa y soberana y ponderamos su labor y la de la facultad en la formación de los futuros periodistas y comunicadores del país", como dijo Hebe de Bonafini.
También cabría recordar que la decana decidió dar asueto en la facultad "para que los alumnos de la Facultad de Periodismo puedan concurrir a engrosar la manifestación kirchnerista que se realizará en los tribunales de Comodoro Py, donde la ex jefa de Estado (Cristina Fernández) prestará declaraciones en la causa dólar futuro", lo que provocó que se juntaran más de 40 mil firmas pidiendo la separación del cargo de la decana, pero sin alcanzar los objetivos planteados.
Florencia Saintout no es una improvisada tanto en la actividad política como en la universitaria. Su curriculum señala que ha participado de cursos especializados en distintas universidades.
Tampoco le cabe aquella expresión que indica que los jóvenes son revolucionarios y los viejos conservadores, ya que la decana (nacida en 1970) está más cerca de los segundos que de los primeros.
Por lo que no queda otra que pensar que se trata de una simple oportunista o bien de una mentalidad con escasa apertura hacia el respeto a las ideas.
