La controvertida elección en Tucumán y la foto conjunta de tres de los cinco candidatos presidenciales de la oposición para pedirle al Gobierno que garantice la transparencia de los comicios del 25 de octubre, generaron en las últimas horas una velada inquietud en el oficialismo como también algunas diferencias internas entre sciolismo y cristinismo.
El jefe de la campaña presidencial de Daniel Scioli, Alberto Pérez, al igual que el responsable de la misma tarea para el interior del país, el gobernador salteño Juan Manuel Urtubey, fueron los encargados ayer de hacer público lo que el candidato del Frente para la Victoria (FPV) no puede decir con todas las letras.
“No (me preocupó), al contrario, nos da más fuerza que nunca”, dijo Scioli, que buscó así minimizar el impacto político de la foto del miércoles de los presidenciables Mauricio Macri (Cambiemos), Sergio Massa (UNA) y Margarita Stolbizer (Progresistas).
Pero esa preocupación la trasuntó, sin embargo, su jefe de campaña a la vez que de Gabinete bonaerense. Alberto Pérez pareció enfocado llamar la atención para que esa “foto lastimosa” no llegue a traducirse en un eventual apoyo a Macri de los votantes de Massa y de Stolbizer en caso de una definición por balotaje tras la primera vuelta del 25 de octubre.
Pérez calificó a los candidatos de UNA y de Progresistas de “furgón de cola de Macri y de esta estrategia de los grandes grupos económicos, pergeñada por un consultor externo como (Jaime) Durán Barba”, por lo que el votante de Massa y de Stolbizer “deberían repensar su voto”. E insistió en la estrategia preferida del FpV, la polarización: “Las cosas quedan claras, es Macri o Scioli”.
Tanto Scioli y Pérez, como los diputados cristinistas Diana Conti y Carlos Kunkel, coincidieron en atribuir a esas tres fuerzas opositoras el propósito de “deslegitimar” la presidencial de octubre como parte de una estrategia incubada a la luz de los resultados de las PASO del 9 de agosto que le dieron la ventaja al candidato oficialista.
“Pretenden desviar la atención y poner los ejes de campaña en otras cuestiones”, dijo Scioli, a la vez que Pérez acusó en particular al Pro por “deslegitimar” las elecciones en los distritos en los que perdió: “En Santa Fe se votó con boleta única y denunciaron fraude. En Salta se eligió con voto electrónico y denunciaron fraude. Y en Tucumán se votó con el sistema tradicional, y también denunciaron fraude. Ahora van a manchar” la elección en Chaco, el 24 de setiembre, donde en las PASO el FpV obtuvo una victoria cómoda.
Scioli coincidió, por otra parte, con el reclamo de la presidenta Cristina Fernández de que la oposición reconozca el triunfo del oficialista Luis Manzur en Tucumán, pero fue más allá al pedir la identificación de los “responsables de la represión” policial del lunes, cosa que la mandataria no hizo en su discurso del miércoles antes la Bolsa de Comercio porteña. Cristina Fernández dio, sin embargo, una señal de distanciamiento ante la represión, cuando el miércoles no recibió a Manzur, quien había llegado a la capital con ese propósito.
Reclamar a la oposición que reconozca el triunfo de Manzur no significa para Scioli, sin embargo, avalar las irregularidades en las elecciones tucumanas y menos aún la represión.
Las diferencias scioli-cristinistas también se hicieron públicas alrededor del problema de la pobreza. Ayer se difundió un informe de la Universidad Católica Argentina (UCA) según el cual la pobreza aumentó desde 2011 y alcanza a 40,4% de los niños (contra 34,4% hace cuatro años). El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, desconoció el informe de la UCA por entender que tiene un propósito de “política partidaria” del Pro e insistió en que “estoy convencido de que no (hay crecimiento de la pobreza)”.
“Hay pobreza en Argentina”, afirmó en cambio Urtubey. “Lo peor que podemos hacer es decir que está todo bien porque así nos vamos a estrellar”, agregó el salteño anteanoche, antes de que se conociera el informe de la UCA, en declaraciones periodísticas.
El jefe policial se hace cargo
El jefe de la Policía de Tucumán, Dante Bustamante, aseguró que es el “único responsable” de la represión a los manifestante el último lunes, y aunque defendió el accionar de la fuerza que comanda, advirtió que no tiene “problemas” si debe renunciar a su cargo. Además, sostuvo que durante la protesta fueron “agredidos” por un grupo de “inadaptados”, y aseguró que “un ladrillo es muchísimo más peligroso que una posta de goma a cierta distancia”.
“Estuve yo en la primera línea, soy el único responsable del accionar de mi gente. Y mi gente actuó conforme a los distintos protocolos”, expresó en declaraciones a radio Vorterix. En ese sentido, el efectivo aseveró que si se tiene que ir, no tiene “problemas”, aunque se definió como “un líder que estuvo para reorganizar la fuerza”.
Bustamante fue imputado por la Justicia tucumana tras los violentos hechos del lunes, cuando la policía local reprimió una multitudinaria manifestación frente a la Casa de Gobierno luego del escándalos y las denuncias de fraude de la oposición en las elecciones realizadas el domingo. “No justifico la violencia, pero se ha actuado en base a protocolos sobre cómo se debe actuar para disuadir”, señaló.
No cesan las protestas
Una nueva marcha de protesta se realizaba anoche en la Plaza Independencia de la ciudad de Tucumán, frente a la Casa de Gobierno, para reiterar los reclamos por la falta de transparencia en los comicios celebrados el pasado domingo. Luego de las multitudinarias convocatorias que tuvieron lugar el lunes y martes -con represión policial en el primer caso-, el miércoles y el jueves el caudal de gente fue notoriamente menor y con una reducida presencia policial.
Además de las banderas partidarias y de Argentina, ayer los manifestantes también se acercaron a la plaza con antorchas y velas para hacer visible la protesta contra las irregularidades en el comicio, que motivan el pedido de volver a convocar a elecciones para definir al gobernador.
Los manifestantes solicitan que el recuento se realice voto por voto, así como la liberación de militantes del Partido Obrero (PO) detenidos desde las elecciones.
Los partidos de izquierda reclaman la liberación de tres militantes así como del dirigente del PO José Kobak, quien fue detenido el domingo en la localidad de Los Ralos mientras se desarrollaba la elección. Anoche, se instaló una línea de vallas en la explanada del ingreso principal de la Casa de Gobierno, pero fue derribado por manifestantes para repetir la protesta.