Una final

Independiente y otro examen fundamental para escapar del descenso. El elenco de Astudillo visita a un rival (Central Córdoba) directo. Prohibido dar un paso en falso.

Una final

No es un partido más en el camino de la ansiada salvación. Cuando se mira firme la tabla del descenso, este encuentro lejos de casa toma una relevancia especial. Clave. Fundamental. Decisivo.

Sí. La visita a terreno de Central Córdoba (SE) es una final por donde se lo mire. Un choque de esos que valen más que tres puntos cuando se tiene a los promedios como la principal apuesta de la temporada.

Ambos conjuntos se encuentran sumergidos en la zona roja y no pueden despegar y tomar algo de aire, por eso el encuentro de mañana resulta determinante para el futuro inmediato.

Si el equipo de Martín Astudillo logra conseguir un triunfo, dará un batacazo y tomará distancia de su vencido, sabiendo, además, que le empezará a meter mucha presión a los otros rivales que se encuentran en la parte baja.

No hay dudas que escapar del descenso es una lucha titánica, partido a partido, ya que en esta situación no se puede pensar más allá de lo que la Lepra tenga enfrente los fines de semana.

El Azul, por ahora, se muestra irregular en su rendimiento futbolístico, y eso se traduce en los puntos conseguidos. Tiene claros vaivenes y le falta hacerse fuerte en relación a la identidad de juego.

Tras la derrota en el debut (Brown de Puerto Madryn), el elenco sólo consiguió empates jugando de local y obtuvo una resonante victoria en cancha de Ferro.

Lo que rescató como visitante en caballito, no lo pudo ratificar en el Bautista Gargantini.

Es evidente que no se ha sentido cómodo en el Parque, cuando debe ser el gran protagonista contra equipos que llegan con la única misión de llevarse una unidad.

Ahora pisará un campo complicado contra un Ferroviario que viene de perder y necesita ganar con urgencia.

Para Independiente está prohibido dar un paso en falso.

Una mala: se fracturó el pibe Córdoba

La mala noticia que se dio en la práctica de Independiente, se dio con la lesión que sufrió  Ezequiel Córdoba, quien se fracturó el tobillo derecho.

Todo transcurría con normalidad en la sesión de fútbol, hasta que Córdoba fue a buscar una pelota y chocó con Julián Navas. Las muestras de dolor del pibe de la cantera presagiaban algo grave. Una vez retirado de la cancha y con los estudios realizados, se comprobó el grado de la lesión.

El volante ofensivo será operado hoy y tendrá para un tiempo importante de recuperación. A ponerse bien.

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