Una intensa tormenta, inusual por su intensidad, afectó en la tarde del domingo al distrito de Montecaseros, en la zona norte de San Martín, donde provocó importantes pérdidas en cultivos, caída de árboles y voladura de techos. El municipio asiste en estos momentos a 30 familias y calcula que aún hay otras tantas que necesitan de ayuda, pero a las que todavía no se ha podido llegar porque los caminos están anegados.
"Hay zonas aisladas, con hasta un metro de agua y por todos lados, el tendido eléctrico está en el suelo; hay casas sin luz ni agua potable desde el domingo y otras, dañadas por algún árbol que se vino abajo", detalló Valeria Coria, a cargo del área de Desarrollo Humano: "A algunas de esas casas estamos llegando con la ayuda de maquinaria de Vialidad, pero en otros casos más aislados vamos a necesitar de un helicóptero".
Así, mientras la comuna reparte colchones, abrigo, comida y agua potable, todavía no hay datos concretos sobre las pérdidas en los cultivos, aunque desde el área de Desarrollo Económico estiman que al menos 2.000 hectáreas de viñedos fueron afectados por un intenso granizo que llegó acompañado de un viento tan fuerte, que voló techos, tumbó gruesos árboles, volteó un galpón entero y hasta arrancó hileras completas de parrales.
"En mi vida vi algo así; en esta zona nunca hubo huracanes pero ahora suceden", señaló Lucía Guerrero: "Fueron 20 minutos de un viento y agua terribles y de pronto, por la ventana podía ver la casa del patrón, porque el galpón no estaba más".
Lucía vive en la calle 12 de La Colonia Los Charabones y alrededor de su casa, el viento del domingo volteó seis enormes pinos que por fortuna, solo rozaron su casa; no tuvieron tanta suerte el galpón, que perdió el techo y luego se vino abajo ni tampoco los viñedos cercanos, que terminaron arrancados de raíces.
"Primero fue el viento y la lluvia, pero de pronto se hizo como un tornado que me empujaba la puerta aunque tenía llave y pasador", recordó Lucía, cerca de su VW Gol que terminó tapado por los restos del galpón.
Cerca de allí los viñedos muestran pérdidas totales, no hay hojas ni racimos, casi como en una postal de invierno. "Estamos recibiendo las denuncias por daños de los productores y aunque es pronto para hacer un análisis, calculamos que hay pérdidas en unas 2.000 hectáreas, que van desde un 30 a un 100 por ciento", señaló Pedro Escudero, de Desarrollo Económico.
Eduardo Maíz tiene una finca de 24 hectáreas y calcula que la tormenta le llevó el 60 por ciento de la cosecha: "Yo puedo vender el auto y paso el año, pero tengo a tres contratistas y sus familias, que no sé cómo van a hacer", dijo el hombre y pidió al gobierno "que no arruine el negocio de la viña.
"En el campo -agregó- nadie quiere subsidio pero necesitamos que nos dejen trabajar y acá hay un combo mortal de tres elementos que nos está llevando a la quiebra: la falta de un dólar competitivo, la inflación y la enorme carga impositiva".
Rafael Torres tiene a cargo una finca de 30 hectáreas en calle Zapata, de Colonia Lambaré y calcula que la tormenta se llevó el 80 por ciento de la uva, además del techo de un garaje que voló más de cien metros.
"Viento y agua como nunca vi; de a ratos no se veía nada por la ventana, ni siquiera la casa del vecino que está a diez metros", contó el hombre, todavía asombrado por la caída de los árboles: "Mire ese pimiento, tiene más de 70 años y la tormenta lo arrancó de cuajo".
Las tareas de asistencia en Montecaseros seguirán hoy y el resto de la semana: "Tenemos que llegar a la gente que todavía está aislada, como la que vive en los puestos; una vez que hayamos auxiliado a todos con lo básico, veremos cómo les ayudamos a reconstruir sus casas a los que lo necesiten", cerró Valeria Coria.