Un monstruo que lleva su cabeza en la mano se acerca desde atrás a Natalia Varas, para sorprenderla. Unos instantes después, una joven casi etérea se aproxima para leer unos versos de Rubén Darío. Natalia ha ido cuatro días a distintas actividades de la Feria del Libro con Domingo (6) y asegura que siempre ha habido variedad de propuestas para mirar, tocar y jugar.
Ayer, para la jornada de cierre, había vuelto con su hermana Carolina, acompañada de los pequeños Luján (7) y Juan Manuel (6), quien sostuvo que todo conduce a la lectura.
Las mamás comentaron que habían estado con sus hijos en el espacio de literatura infantil, donde los chicos habían escuchado un cuento y después dibujado una representación del relato. Aunque no habían podido comprar libros para ellas, sí habían elegido para los pequeños. Natalia destacó que durante toda la feria hubo muchas opciones en forma simultánea y Carolina, que había literatura para todos los gustos y con buenos precios.
El público no sólo se vio atraído por la posibilidad de comprar libros y aprovechar promociones, sino por la agenda de propuestas culturales en las salas del Le Parc y en la explanada exterior. De hecho, algunas de las actividades más convocantes fueron la presentación de Alejandro Dolina, las de Eduardo Sacheri y Alejandro Apo, y las obras de teatro de Ernesto Suárez.
Quienes estaban a cargo de los stands -hubo un total de 70- coincidieron en que las ventas fueron buenas o muy buenas. Pero más allá de eso, la feria fue un ámbito para que las editoriales independientes se dieran a conocer.
Jorge Córdoba y Carolina Suárez, de Bruma Ediciones, explicaron que era la primera vez que participaban de la feria y que les ofreció la posibilidad de conocer a muchos escritores de Mendoza, ya que suelen trabajar más con autores foráneos. Jorge señaló que el balance fue muy positivo, pese a que no vendieron tanto como esperaban, y Carolina agregó que comprobaron lo que planteaba Jorge Luis Borges, de que existe un lector para cada libro.
Nora Trigo, de Equinoxio, la editorial que dirige con Sergio Bacchini y que nació hace seis meses, comentó orgullosa que pudieron presentar nueve títulos de autores mendocinos. Por otra parte, también tuvieron la oportunidad de difundir la tarea que desarrollan, los cafés literarios que organizan, y esto compensó por la dificultad de competir con los títulos reconocidos de las librerías.
Entre los stands hubo tres dedicados a los comics. Hernán Cámara Llugany, de Locura Magic, comentó que este año hubo más gente que el pasado y consideró positivo que hubiera muchas visitas escolares. Asimismo, contó que el género se ha empezado a valorar y que hay mamás que buscan historietas para acercar a sus hijos a la lectura, y que precisamente ese paso intermedio es muy importante para los niños que no leen un libro. Esto, más allá de que hay opciones para chicos, adolescentes y adultos.
Sebastián Precioso, de Leo León Libros, una distribuidora de textos infantiles, indicó que este rubro, al igual que las publicaciones de autoayuda, fue de los que más se vendieron. También coincidió en que esta edición de la feria tuvo mayor movimiento que en años anteriores, aunque muchos buscaban productos económicos.
En el puesto de otra distribuidora de libros para niños y adolescentes, Caleidoscopio, Martina Galarza consideró que no hubo suficiente difusión de "Ciudad de Libros", ya que en 2013 había afiches en las paradas de colectivos. También, que el año pasado tenían en los stands programas con la agenda de actividades para entregar a los visitantes. Su compañera Sofía Del Pópolo señaló que, de todos modos, hubo bastante afluencia los fines de semana y que se buscaban mucho los libros que están de moda.
Con una bolsa en la que llevaba "1983: el año de la democracia", de Germán Ferrari, Francisco Meneses seguía mirando los mesones porque planeaba llevarse otro libro para distenderse. El joven, estudiante de Periodismo de la Universidad Católica de Valparaíso, detalló que había llegado de Chile con una delegación de compañeros y que uno de los objetivos del viaje, además de recorrer la ciudad de Mendoza, era visitar la Feria del Libro.
Más de 350 mil personas
Desde el Ministerio de Cultura informaron que en los 19 días que se extendió la edición 2014 de la Feria del Libro, más de 350 mil personas pasaron por el Espacio Cultural Julio Le Parc. La ministra Marizul Ibáñez destacó que "Ciudad de Libros" ofreció un gran número de actividades para todas las edades, por lo que muchos mendocinos acudieron en familia, y que hubo un muy buen nivel de ventas, favorecido por las ofertas y promociones de librerías, instituciones y editoriales independientes.
Leonardo Martí, el coordinador de la Feria, planteó que la propuesta no sólo es un espacio para editoriales, librerías, organismos y escritores, sino también para artistas de expresiones hermanas de la literatura, como el teatro, la danza, las artes plásticas y la música. Uno de los rasgos distintivos de esta edición fue la presentación de un gran número de obras de autores locales (94 en total). Otro, la visita de personalidades como William Ospina, Alejandro Dolina o Eduardo Sacheri, entre otros (53 nacional es y 7 internacionales).