El periplo de Las Heras Basquet en el Final Four en Buenos Aires no dejó de ser una experiencia positiva para las mendocinas, que no pudieron concretar el sueño de acceder a la final, tras caer en semis frente a Quimsa de Santiago del Estero, pero que sin dudas llegaron mucho más lejos de lo que algunos preveían y se metieron entre los cuatro mejores equipos del país; y esto afirma lo que puede ser el inicio de un buen proyecto deportivo y el “reverdecer” del básquetbol de Mendoza.
El femenino ha tenido sus buenos momentos en otros tiempos con Obras, Murialdo, YPF o Talleres, con otra impronta y campeonatos o nacionales de clubes con otros formatos, pero acentuado en la misma pasión que les permitió escribir páginas muy valiosas en el basquet local, donde pasaron nombres como el de Rosa Maradona, las hermanas Insegnas, Sandes, Parsich, Vasconcelos, Mateu, Monzón, Boschi, entre otras, y en parte de esas camadas estaba ya la emblemática Carolina Sánchez, que sin dudas aportó una gran experiencia a este verdadero seleccionado de mendocinas que se hizo sentir en la Liga con jugadoras de gran proyección como lo son Vicki Gauna, Abril Ramírez o Ailen Arias.
Sin dudas, ha sido muy importante todo lo que se movilizó, más allá de la lógica apuesta de la Municipalidad de Las Heras en conjunto con la FBPM, con un apoyo importante de padres y amigos como suelen ser estas iniciativas deportivas. Hasta la cancha de Obras llegaron para alentar a su amiga como también a sus hijas, ex jugadores como Vero Sosa, Gabriela Montigel, Gloria Guevara, además de la dirigencia.
Con el correr de los juegos, todos se fueron identificando y tomaron el sentido de pertenencia con las dirigidas por Cristian Vargas, en el cual hasta los choferes (Alejandro, Jesus, Martín, Adrian) que trasladaron a quienes fueron apoyar a Las Heras se involucraron y también alentaron al plantel mendocino.
Justamente el almuerzo comunitario de ayer,que reunió a padres, amigas, directivos y jugadoras en el Club Obras, estuvo cargado de diversas emociones donde retumbó: “El Olé, olé, olé, Caro Caro”. Las más chicas y no tanto, le hicieron sentir su reconocimiento a la capitana. “Dale habla vos Caro, que siempre hablas poquito”, la bromearon las pequeñas del grupo a la verborrágica jugadora.
Y la jugadora histórica de la Selección Argentina, afirmó: “Estoy orgullosa. Hasta acá llegamos como grupo y equipo. Acá está mi familia, mis amigas y ustedes, un grupo que entendió la responsabilidad del trabajo y el entrenamiento al máximo nivel. Un grupo que aun tiene mucho para dar y un cuerpo técnico que acompaño muy bien. Todo lleva esfuerzo y les agradezco a todos por el repeto y el cariño”. Emocionada, la mejor jugadora de la historia, y se estrechó en un abrazo interminable con su amiga Natacha Pérez.