Es un domingo típico, dentro de lo que la 'nueva normalidad' permite llamar así. Florencia Gómez (27) y Maximiliano Simón (31) son pareja y padres de tres chicos de 4, 6 y 9 años. Ambos toman unos mates y debaten sobre algo que les preocupa sobremanera: no hay trabajo, no se puede salir a buscar, los ahorros se acabaron y el dinero que queda no va a durar mucho. Solo está la plata de la Asignación Universal y del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE).
Ambos saben que esa plata es una ayuda, pero durará poco. Entre mate y mate piensan qué hacer hasta que Maxi lanza la propuesta que Flor termina dándole el visto bueno: usarán los $10 mil de la ayuda de emergencia para empezar un emprendimiento familiar que dure más allá de la pandemia y sea una fuente genuina de ingresos que le dé estabilidad a la familia.
A partir de esa decisión todo se desarrolló frenéticamente en la casa de los Simón: sin tener muchos conocimientos del rubro, Maxi destinó el lunes siguiente a averiguar todo lo necesario y el martes compró todo lo que le alcanzó. En menos de 48 horas los vecinos de Plumerillo Norte tuvieron una nueva verdulería para ir a comprar, o también para realizar pedidos y aguardar el delivery.
"Mi pareja era vendedor ambulante pero desde que empezó la pandemia del coronavirus se quedó sin trabajo. Yo no trabajo porque tengo que cuidar a los chicos, por eso nosotros vivimos de lo que ganamos en el día", le contó Florencia a Los Andes.
"Teníamos unos ahorros, pero los fuimos gastando a medida que pasaban los días y la situación se puso difícil. La idea de poner la verdulería fue de mi marido y le metimos con todo, pero no lo hacemos solo por esta situación de emergencia. Esto es un proyecto que queremos ampliarlo", relató.
Hace un mes abrieron el negocio en la intersección de 2° Callejón Morales y Álvarez Condarco, de Las Heras. A la atención al público bajo los protocolos obligatorios sumaron el servicio de delivery: "Empezamos afuera de la casa con un par de cajoncitos, y después a través de las redes sociales comenzamos a tomar pedidos para llevar la mercadería. Al principio nos compraban familiares y vecinos para darnos una mano. Después sumamos el envío".
Ahora sumaron algunos productos como conservas y condimentos, siempre con la perspectiva de crecer: "Ese dinero fue un alivio, nos ayudó bastante porque es plata que nos sirvió para hacer algo. Quisimos que no se nos fuera y decidimos aprovechar la ayuda que nos dieron".