El kilómetro 0 de la Ciudad de Mendoza volvió ayer a ser escenario de una marcha en reclamo de justicia. Justicia por los hermanitos Agustín (7) y Abril (3) Kruk, fallecidos en una tragedia vial en Costanera y Ayacucho, que el viernes 14 pasado conmocionó a todo el país. La pequeña murió ayer en el hospital Notti, donde había quedado internada.
Bajo la consigna de llevar flores como símbolo de vida, los papás Carla y Miguel convocaron a través de las redes sociales y medio centenar de personas los acompañó. Desde familiares hasta las maestras y compañeros de los niños, amigos, vecinos y también los integrantes de la ONG Estrellas Amarillas.
Carla Pagliaricci es mendocina, pero de chica se fue a vivir a Buenos Aires. Allí formó una familia junto a Miguel Kruk y trajeron al mundo a dos hijos, Agustín y Abril. En este difícil año económico y por cuestiones familiares, Carla volvió a su Mendoza natal para acompañar los días y las noches de su mamá, María, dándole una alegría cotidiana al ver crecer de cerca a sus nietos. Mientras, Miguel continuaba su trabajo en Vicente López (Buenos Aires) y viajaba continuamente.
Esa fatídica tarde
Esa tarde de viernes 14 de diciembre, Carla le propuso a sus nenes cambiar de plaza y no ir a la del Área Fundacional -residían en Pedro Molina, Guaymallén- sino a otra que está cerquita. Nadie ni nada hacía suponer que su vida iba a desbarrancar para siempre.
"No me acuerdo casi nada, llevaba a la nena en el cochecito y al nene de la mano para cruzar la Costanera. Desperté en un hospital y hoy estoy quebrada", detalla y el quiebre abarca tanto su corazón como su físico, ya que el accidente le produjo fracturas en un brazo, una pierna y omóplato. Porque a las 19 de ese viernes fatal, en la esquina de Costanera y Ayacucho un viejo Ford Fairlane los atropelló en un siniestro que involucró a otros dos vehículos: un WW Gol que se dirigía en contramano y una camioneta Ford Ranger.
Además, el tío de los chicos y hermano de Carla, Diego, aclaró que hubo un camión que con su maniobra jugó también un rol fundamental para desatar la tragedia. Los imputados, que de inmediato quedaron detenidos por homicidio culposo agravado, son los conductores del Gol, del Fairlane y el camionero que intentó escapar pero fue retenido por transeúntes; no así el propietario de la Ranger, que habría quedado atrapado en el choque. El dueño del Gol conducía sin carnet y alcoholizado, subrayó la familia Kurk.
“Queremos que cumplan su condena, que les dicten la preventiva. La carátula debería ser de homicidio simple. Vamos a pelear para que no salgan bajo fianza y cumplan mínimo 10 años de cárcel efectiva”, pidío con voz inquebrantable Miguel Kruk, mientras en una mano sostenía la foto de sus hijos muertos y en la otra acariciaba el cuello de su mujer en silla de ruedas.
Ella, en tono más suave y con la mirada vacía, completó: “Esta marcha es importante para pedir justicia por mis hijos, para que estos asesinos no salgan. Salieron a matar. Mataron a dos ángeles. Ya no tengo por quién luchar, solo viviré para luchar para que estos delincuentes queden presos”.
