Dos décadas después de su temprana muerte, la obra y la influencia de Kurt Cobain siguen intactas.
El astro, cantante, guitarrista y principal compositor de la banda Nirvana, se llevó consigo su vida y su sufrimiento pegándose un tiro en la cabeza con un rifle en su casa de Seattle, Estados Unidos.
También se llevó consigo al movimiento “grunge”, ese subgénero del rock alternativo de guitarras distorsionadas y enérgicas pero cuyas voces sólo reflejaban apatía y desencanto.
Sin embargo, este joven aclamado alguna vez como “el portavoz de la Generación Perdida”, también hizo renacer al rock de sus cenizas con “Nevermind”, ese diamante en bruto que salió en 1991 y vendió más de 30 millones de ejemplares en el mundo.
Hoy, a más de dos décadas de su buscada muerte, sigue influyendo en las nuevas generaciones con el mismo ímpetu que antaño.
“Es uno de los últimos que hizo algo novedoso”, considera el periodista y músico francés Stan Cuesta, autor del libro “Nirvana, un fin de siglo estadounidense”, reeditado hace una semana en versión actualizada.
“Sigue siendo el artista musical más importante de estas dos últimas décadas, aunque solo sea por este disco”, afirma por su parte el periodista Charles R. Cross, autor de tres libros dedicados al artista.
Según este estadounidense, “la manera que Cobain tenía de escribir canciones se convirtió en un modelo. Demostró que se podían expresar emociones dolorosas, la cólera, hablar de su depresión o incluso de cosas horribles como la violación. El impacto sigue siendo enorme entre muchos artistas”.
Versionado por el hip hop
En una entrevista a la revista inglesa New Musical Express, la cantante estadounidense Lana Del Rey afirmaba en 2011 que Cobain seguía siendo “su primera inspiración para no ceder a los compromisos de mi música o mis textos”. Prueba de que su herencia se encuentra entre artistas actuales de estilos musicales muy dispares.
El hip hop ha versionado mucho a Nirvana en los últimos años. El rapero Jay-Z incluso ha versionado letras de “Smells Like Teen Spirit”, en su canción “Holy Grail” en 2013.
“Es algo bastante reciente”, asegura Charles R. Cross. “Actualmente más de 50 artistas están registrados en la página whosampled.com por haberse servido del repertorio del grupo”.
Convertido rápidamente -y a su pesar- en icono de toda una generación, probablemente Cobain habría detestado hoy esta leyenda póstuma. Pero si viviera aún en 2017, en la época de Internet, ¿en qué artista se habría convertido?
Viraje musical
“Nirvana no habría durado mucho tiempo”, apuesta Stan Cuesta. “Ya lo decía en aquella época. El éxito le pesaba mucho. De haber vivido, quizá Cobain habría llevado una carrera en solitario y musicalmente muy diferente”.
En este sentido, el álbum “Unplugged in New York”, el último disco que grabó el grupo en 1994, anunciaba quizás un viraje musical. “Habría hecho algo más suave, más acústico. Siempre tuvo esa mezcla entre pop y punk. Quizás habría ido hacia lo experimental”, subraya el periodista.
Aunque el rock es menos popular actualmente, Nirvana sigue siendo escuchado entre los jóvenes. El video de “Smells Like Teen Spirit” contaba con 495 millones de vistas en Youtube.
“Muchos músicos de hoy no habían nacido cuando Cobain murió. Pero ahora son ellos los que mantienen las webs de Internet, los que compran los discos. No es algo anecdótico”, observa Stan Cuesta.
Reflejos de vida y muerte
Hay varios documentales y películas que interpretan la vida y la muerte de Kurt Cobain desde diferentes ángulos.
Quizá la más importante sea “Last Days” (2005), el film de Gus van Sant que ficcionaliza los últimos días del músico, interpretado por Michael Pitt y llamado Blake en el film.
Entre los documentales cabe citar “Kurt Cobain: Montage de Heck”, realizado por Brett Morgen para HBO con la colaboración de la propia Courtney Love y estrenado en 2015. Incluye imágenes de varios shows, entrevistas, películas caseras, fotografías inéditas. Puede verse por Netflix.
Y el documental más polémico es sin dudas “Soaked in Bleach” (2015), el que a través de registros y dramatizaciones explora la idea de que la muerte de Cobain no fue un suicidio. Según el investigador privado Tom Grant, fue un asesinato cuidadosamente planeado por la propia esposa del músico, Courtney Love, quien por supuesto le inició una demanda por calumnias.
Ese club maldito
La muerte de Kurt Cobain vino a sumar un miembro más al llamado "Club de los 27", el grupo de músicos populares -en general de rock- que murieron a esa edad y en la mayoría de los casos por abuso de alcohol y drogas.
Así el británico Brian Jones (guitarrista de los Rolling Stones que fue encontrado muerto en una piscina) y los estadounidenses Jimi Hendrix (ahogado con su propio vómito de alcohol y somníferos mientras era llevado en una camilla), Janis Joplin (sobredosis de heroína), Jim Morrison (paro cardíaco en circunstancias poco claras), la cantante británica de R&B Amy Winehouse (intoxicación etílica), entre los más conocidos.
Pero también hay numerosos músicos menos famosos que integran este club maldito y entre los cuales podemos citar al guitarrista de blues Robert Johnson (muerto en 1938), al saxofonista de jazz Bob Gordon (muerto en 1955), el cantante de boleros puertorriqueño Cheíto González (muerto de sobredosis en 1962), en un listado que abarca más de 40 nombres.
De la Argentina también habría que sumar al cuartetero cordobés Rodrigo Bueno, que murió en un accidente de tránsito el 24 de junio de 2000.