En el primer semestre del año, la venta de facturas en Mendoza, cayó en promedio entre 25% y 30%. Es que a la restricción que imprime en los bolsillos de los consumidores la inflación, se sumó el elevado precio unitario y por docena, para comprar este tipo de panificados en nuestra provincia.
La lista oficial dada por la Asociación de Industriales Panaderos de Mendoza sugiere un precio de $ 55,80 la docena, pero en un recorrido por panaderías del Gran Mendoza los valores son significativamente mayores.
Hay negocios que tienen a la venta la docena de facturas en $ 54, pero la gran mayoría oscila entre los $ 60 y $ 90, con un negocio en la periferia de la ciudad que ha fijado a $ 110 la docena.
Por los altos precios, muchos consumidores prefieren comprar por unidad, pero este tipo de productos aumenta bajo esa modalidad de comercialización. Así, según este relevamiento, los precios arrancan desde los $ 5 hasta $ 12 por cada factura.
Desde las panaderías relevadas, unas 10 en total, dos solamente afirmaron que tenían la docena al mismo precio que el año pasado, en tanto el resto afirmó que los aumentos de la harina han sido trasladados a este producto derivado, justamente por tener en la harina su materia prima fundamental.
Más aún, Carlos Campos, de la Asociación de Industriales Panaderos, para dar una respuesta ante los precios que logra la docena de facturas, afirmó que los negocios en la provincia no tienen otra alternativa que ir corrigiendo los precios ya que la harina aumenta en forma constante.
“Los representantes de los molinos en la provincia están vendiendo la bolsa de 50 kilos de harina calidad 000 (tres ceros) a entre $ 320 y $ 350. Las subas son de centavos pero se siguen produciendo. Las compras son al contado cuando antes nos daban una pequeña financiación, entre 15 y 20 días”, apuntó Campos.
El representante de los industriales panaderos indicó que “en el primer semestre del año las ventas de facturas bajaron entre 25% y 30%. Lo que ha pasado es que si un consumidor tenía un presupuesto diario de unos $ 25 para panificados, eso no lo cambió. Lo que hace es que compra menos y lo hemos notado entre nuestros asociados”.
Por lo tanto, mientras que en Mendoza un kilo de asado de primera se consigue en carnicerías a $ 120, comprando dos docenas de facturas equipararía esa cuenta.
En tanto, si tomamos los precios de ofertas de cortes como nalga, bola de lomo o cuadrada a $ 89,90 que todas las semanas publican grandes cadenas de súper e hipermercados de Mendoza, una docena y media de facturas, equipara el precio de un kilo de carne para una comida típica argentina, como son las milanesas, con la que se puede alimentar durante una comida una familia tipo.
Cuestión de presupuesto
Desde la Asociación de Industriales Panaderos, Campos recalcó que los panificados tuvieron un incremento del 15%, en marzo y que luego, si bien el precio de la harina tuvo subas, no fue trasladado a nuevas listas.
Para los hombres de las panaderías lo que más impacta es la suba de los sueldos y los incrementos de los precios de los insumos de producción, siendo la harina la que ocupa el lugar protagónico de los aumentos.
En cuanto a la reacción de los mendocinos es variada; algunos no resignan el consumo de las facturas, mientras que otros han tomado la determinación de reducir su consumo.
Pollo, otra alternativa
El precio relativo de la docena de facturas cobra mayor importancia si se compara con el precio del kilo de pollo.
En este sentido, tomando como base el valor registrado en los supermercados de $ 29,90 el kilo de pollo, con una docena de facturas se podrían comprar como mínimo dos kilos de pollo que también sirven para alimentar en una comida a una familia tipo constituida por dos adultos y dos niños.
Cabe destacar que hoy la demanda interna de pollo es muy alta, ya que con las subas que han tenido los cortes populares de carne, el consumidor se ha volcado por otras opciones. Se calcula que el consumo por persona al año asciende a los 46 kilos de pollo.