Una cumbre signada por el mal clima

En una París blindada e inmersa en protestas de toda clase, 159 mandatarios, entre ellos Obama, Putin y Rousseff, buscarán darle una salida a la crisis climática que afecta al mundo explorando acuerdos para reducir la emisión de gases de efecto invernader

Una cumbre signada por el mal clima

Le Bourget, Francia. Movilizaciones en los cinco continentes reclamaban ayer un acuerdo contra el cambio climático la víspera de la cumbre de París, donde manifestantes pacíficos y grupos violentos desafiaron el estado de emergencia decretado tras los atentados yihadistas del 13 de noviembre.

“Las palabras ya no son suficientes”: desde Londres a Sídney, pasando por Río de Janeiro y Nueva York, estrellas de Hollywood mezcladas con ciudadanos anónimos reclamaron este domingo compromisos firmes contra el cambio climático, a pocas horas de la inauguración de la conferencia del clima en París.

En lo que va del fin de semana, casi 600.000 personas se manifestaron en decenas de ciudades de todo el mundo, según la ONG Avaaz.

“Queremos enviar un mensaje claro para decir que queremos un acuerdo, que las meras palabras no son suficientes. Desde Uagadugú hasta Londres, pasando por Nepal, el mundo entero desfila como si fuera una sola persona reclamando acciones”, subrayó en la capital británica Sam Barratt, director de campañas de Avaaz.

Los negociadores de 195 países iniciaron las discusiones de la conferencia del clima (COP21) observando un minuto de silencio por las 130 víctimas de esos ataques.

El cónclave que busca un acuerdo para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero durará hasta el 11 de diciembre.

“Está en sus manos tener éxito y estoy seguro de que lo lograrán”, dijo el ministro peruano de Ambiente, Manuel Pulgar Vidal, presidente de la conferencia climática anterior, al iniciarse la sesión.

Para subrayar la importancia de lo que está en juego, 159 mandatarios -entre ellos los de Estados Unidos, China, Rusia, Brasil, México e India- participarán hoy en su lanzamiento oficial.

La cita puede servir también para otros encuentros bilaterales en un mundo con conflictos abiertos, empezando por la amenaza yihadista en Siria e Irak, que provocó esta semana un serio incidente entre dos teóricos aliados, Moscú y Ankara.

Las agendas climática y de seguridad también confluyen en las calles de París. Al grito de “Estado de emergencia, Estado policial”, varios centenares de manifestantes, muchos de ellos encapuchados, lanzaron proyectiles contra la policía, que replicó con granadas de gases lacrimógenos. El presidente François Hollande fustigó la acción “escandalosa” de “elementos perturbadores que nada tienen que ver con los defensores del medio ambiente”.

En la cadena humana, miles de personas se dieron la mano a lo largo del bulevar Voltaire, en el este de París, y rompieron filas delante de la sala de conciertos Bataclan, donde se produjo el más letal de los atentados del 13 de noviembre (90 muertos). En esa protesta, las consignas ambientalistas se mezclaban con el desafío a quienes sembraron la muerte en la ciudad.

Más de 10.000 zapatos, incluidos unos enviados por el Papa Francisco, cubrieron ayer una parte de la plaza de la República de París, para simbolizar la imposibilidad de organizar manifestaciones en la ciudad con ocasión de la Cumbre Climática a causa de la amenaza terrorista.

La asociación Avaaz concibió esta colecta popular de zapatos como alternativa a la multitudinaria manifestación que inicialmente estaba programada al inicio de la COP21, y que fue anulada como todas las concentraciones en la vía pública en aplicación del estado de emergencia decretado tras los atentados de París del pasado día 13.

Las movilizaciones por el clima abarcaron desde Australia, donde decenas de miles de personas salieron a las calles, hasta México, Brasil pasando por Asia, Europa y África.

El objetivo: exigir medidas que impidan transformaciones irreversibles como grandes sequías o la elevación del nivel de los océanos, que según los estudios de referencia ocurrirán inevitablemente a lo largo de este siglo si las emisiones de gases de efecto invernadero continúan a su nivel actual.

En Madrid, unas 10.000 personas participaron en la marcha que arrancó en el ayuntamiento de Madrid, en la plaza Cibeles, y llegó hasta la Puerta del Sol. Entre los mensajes se podía leer “La Tierra es tu hogar” y “Ayúdame, Ayúdate”.

En Londres, miles de personas y numerosos artistas exigieron que esta conferencia no se salde con un fracaso, como ocurrió con la de Copenhague en 2009.

Cientos de brasileños marcharon en Rio de Janeiro y San Pablo para reclamar un mayor compromiso de los líderes mundiales contra el cambio climático y exigir responsabilidades por el deslave minero en el sudeste del país, la mayor catástrofe ambiental de la historia del gigante sudamericano.

Un total de 183 países han presentado ya compromisos de reducción de gases con efecto invernadero, algo sin precedentes, destacó el canciller francés Laurent Fabius, aunque faltan grandes productores de petróleo.

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