Nueve y nueve. Casi un scrum, pero no rugbistas sino de figuras de la primera línea de la política nacional. Así fue anoche la cena que mantuvieron el Presidente y sus funcionarios con los líderes del radicalismo. Discutieron sobre el armado de listas de candidatos para el primer test electoral de Mauricio Macri al frente del Ejecutivo y acordaron resolver la situación del oficialismo en los 24 distritos del país con una Mesa Nacional Cambiemos “más ejecutiva”.
Así lo dijeron a este diario comensales del Pro y de la UCR, los dos principales partidos de la alianza de gobierno, que también integra la Coalición Cívica-ARI, el partido que lidera Elisa Carrió, quien no asistió porque ya había mantenido su encuentro bilateral con el Presidente.
De la cena surgió que el objetivo del oficialismo es que “un grupo de dirigentes empiece a hilar más fino en la situación de los distritos”, dijo a este diario el presidente del Consejo Nacional del Pro, Humberto Schiavoni, uno de los comensales macristas.
“La idea es que la Mesa Nacional de Cambiemos se ocupe de analizar los territorios y sea más operativa. Hoy tiene como 20 integrantes. Debe haber menos y tienen que estar los gobernadores”, afirmó a este diario, por su parte, el presidente del interbloque Cambiemos de la Cámara de Diputados, el cordobés radical Mario Negri.
La Mesa Nacional Cambiemos se lanzó el 27 de octubre pasado. La presiden los fundadores de Cambiemos, Macri, Carrió y el radical Ernesto Sanz, y la integran los cinco mandatarios provinciales del oficialismo, la bonaerense María Eugenia Vidal, el porteño Horacio Rodríguez Larreta, el jujeño Gerardo Morales, el correntino Ricardo Colombi y el mendocino Alfredo Cornejo; además de representantes parlamentarios y partidarios.
Las internas sobresalientes de Cambiemos son las de los principales distritos electorales, donde justamente el gobierno de Macri tiene una mayor fortaleza electoral: la ciudad y la provincia de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe. Todos quieren evitar la solución de las primarias para acordar listas de consenso, pero el objetivo no será nada sencillo.
Sin embargo, el armado de listas no concentró las conversaciones en Olivos: “El Presidente les pidió a los radicales hablar de política, no sólo de lo electoral. La idea es dotar de más política a Cambiemos y en eso la UCR tiene un papel central, porque es un partido de verdad”, dijo a este diario un vocero del radicalismo.
En la cena estuvieron, por el Gobierno, Macri; el jefe de Gabinete, Marcos Peña; el ministro de Interior, Rogelio Frigerio; el secretario general de la Presidencia, Fernando de Andreis; la vicepresidenta, Gabriela Michetti; el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó; Vidal; el vicejefe de Gobierno porteño, Diego Santilli, y Schiavoni.
Por el radicalismo estuvieron el presidente del Comité Nacional, José Corral; los jefes de los interbloques Cambiemos del Senado y Diputados, Ángel Rozas y Negri; Morales, Cornejo y Colombi; el vicegobernador bonaerense, Daniel Salvador; la presidenta de la Convención Nacional, Lilia Puig de Stubrin, y Sanz. El menú: asado. El lugar: el chalet de la quinta presidencial.
Antes de la cena, los radicales mantuvieron un encuentro en la sede de la Jefatura de Gabinete de la residencia de Olivos con los ministros de Hacienda, Nicolás Dujovne, y de Finanzas, Luis Caputo, quienes realizaron una exposición sobre las expectativas económicas para este año, en que el Ejecutivo prevé un crecimiento del PBI del 3,5%, una inflación del 17% y dólar a $ 18.
El cónclave de Olivos se realizó a cuatro meses del plazo de cierre de listas de candidatos a diputado y senador de la Nación, a seis meses de las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) y a tres semanas de la cumbre radical de la ciudad cordobesa de Villa Giardino, que será una demostración de fortaleza de la UCR.