En el ambiente del automovilismo argentino se conoce al Turismo Carretera como la máxima, en relación a la categoría más popular de todas. El bonaerense Matías Rossi, ídolo de Chevrolet, acaba de dejar su impronta como campeón en la rica historia de la especialidad.
El Granadero o el Misil, como lo bautizaron algunos periodistas, a esta altura de su trayectoria no tiene que demostrar que es uno delos mejores pilotos del país. Hoy es el más completo y el más rápido, como lo definió Juan María Traverso, una de las máximas glorias.
Nacido un 2 de abril de 1984 en Del Viso, a los 11 años comenzó a hacer sus primeras diabluras en la mejor escuela que puede tener un futuro piloto: el karting. En 1988 salió campeón metropolitano en 100 cc Junior, después alcanzó el título del Bonaerense y supo también incursionar en Sudamérica y Europa con destacados resultados.
Para seguir creciendo, eligió incursionar en Fórmula Renault y Fórmula Súper Renault. En la desaparecida categoría se consagró campeón faltando dos fechas para la finalización del torneo, en 2002.
El ambiente le había puesto los ojos y fue así que en 2003 se animó a un Turismo Carretera. Y qué mejor que en una Chevy que tripuló el Flaco de Ramallo.
Su debut fue en el Gálvez porteño, el mismo que el reciente domingo lo viera obtener el título más preciado, el de TC.
Firmó como volante oficial de Chevrolet y brilló en TC 2000 siendo campeón en las temporadas 2006 y 2007 con un Astra. Ese mismo año ganó por primera vez en TC y con tres finales en el bolsillo, fue subcampeón de quién ahora ocupó el mismo honor, Christian Ledesma.
El 2011 también fue un buen año para Rossi debido a que llegó a su tercera corona en TC 2000 junto a Toyota y en TC se incorporó al JP Racing para pelear el título palmo a palmo con el séxtuple campeón de la categoría, Guillermo Ortelli, perdiéndolo por sólo medio punto.
El año pasado, en el circuito de San Martín, anotó su nombre en Súper TC 2000 para ser monarca otra vez con Toyota. En TC, se sumó al Donto Racing y, tras mucho trabajo de puesta a punto y ensayos con su Chevy, alcanzó el preciado galardón con los motores de Jhonny Laborito y la atención del ingeniero Alcides Piatti en chasis.
"Soy consciente de que soy campeón, pero aún no caigo. Muchas veces me fui amargado o triste. Esta vez fue todo lo contrario", dijo.
Encima, el próximo domingo, puede seguir haciendo historia ya que la Clase 3 de Turismo Nacional lo tiene como líder del torneo.
“También quiero este título. Luego, tengo el sueño de ser campeón de tres categorías en un año”, indicó quien a sus 30 años ve lejos la chance de competir fuera del país.
