La Mendoza que me imagino para nuestro futuro es una ciudad ecológica, limpia y moderna. Ya que se podría poner en práctica métodos para cuidar el medio ambiente, por ejemplo, uno de los principales problemas que podemos analizar sería la falta de agua en algunos sectores de la provincia: tendríamos que tener un uso más moderado y consciente del agua, debido a que en los oasis la derrochamos y lo que no sabemos es que ese agua que malgastamos podría haber sido utilizada en las zonas menos irrigadas.
Otro problema que tiene nuestra provincia es la desertificación, debido a la falta de agua. La falta de agua ha disminuido la rica biodiversidad, como consecuencia la perdida de suelo fértil, que esto afecta la flora y la fauna.
La deforestación ha sido otro problema preocupante, ya que el algarrobo, entre otras especies, ha disminuido por la tala excesiva, para el uso de leña y para la fabricación de postes.
Estos diversos problemas ambientales afectan la calidad de vida de los mendocinos y perjudican los recursos naturales.
Lo positivo es que las nuevas generaciones han tomado conciencia de pensar a futuro proyectando una Mendoza biodiversificada y sustentable.
Yo creo que para lograr una Mendoza ecológica, limpia y moderna, juntos tendríamos que ayudar a reciclar, cuidar y colaborar con el medio ambiente, para que también veamos una Mendoza pura, feliz y saludable.