Se esperaban cambios en el gabinete de Cornejo, aunque hubo sorpresas con los nombres. El recambio llegó ante la necesidad de buscar remplazo al ministro Dalmiro Garay, que el martes asume como miembro de la Suprema Corte provincial.
La designación de Lisandro Nieri en Gobierno superó todas las especulaciones que se hicieron. Había varios nombres en danza y más de un funcionario que por cercanía con el ministro que se va especuló un poco con aquello de la línea sucesoria, una suerte de continuidad. Pero esto no se dio, aunque, igualmente, todo quedó entre los integrantes del equipo que acompaña a Cornejo. Habrá continuidad, pero con un enroque que, sin duda, sorprendió.
Fue el Gobernador quien ponderó, durante el anuncio del jueves, a Nieri por su trabajo al frente del área de Hacienda que deja. Destacó en ese momento el jefe del Ejecutivo el equilibrio en recursos y gastos atribuido a la labor del promovido colaborador, lo que derivó en “tranquilidad en materia de servicios públicos, en salarios y en la modernización del Estado”, según las apreciaciones efectuadas al presentar las novedades ministeriales.
En realidad, al nombrar a Nieri como nuevo ministro de Gobierno, Cornejo también pensó en la amalgama política y de números que seguramente le esperará al funcionario en lo que resta del duro semestre que se supone vendrá y en especial de cara a un año electoral, el que viene (el último de la gestión), en el que los aspectos presupuestarios necesitarán de mucho contacto con intendentes y con la oposición legislativa en general.
Destacan y recuerdan en el Gobierno que Nieri ya ha venido ejercitando desde su puesto anterior la relación con los jefes departamentales de los distintos partidos políticos y además con los representantes sindicales, a los que debió encarar más de una vez, lápiz en mano, para la siempre exigente discusión salarial en el marco de las paritarias. “Principalmente a los intendentes les va a hablar con conocimiento de causa”, comentan en el entorno del Gobernador.
Quienes comparten la decisión de Cornejo de apostar en el área política por excelencia por el licenciado en Economía que conducía Hacienda, recuerdan su incursión en la política partidaria desde muy joven, más allá de que, como bien se ha indicado, la militancia partidaria no ha sido su plataforma de lanzamiento.
También remarcan colaboradores del jefe del Ejecutivo que Nieri ya formó parte del equipo de su antecesor en Hacienda, Martín Kerchner, incluso antes de que el gobierno de Cornejo se constituyera. En efecto, formó parte dos veces de comitivas cornejistas a Estados Unidos para tentar inversores que pensaran en Mendoza. Eso fue antes de que Cornejo se hiciera cargo de la conducción política de la Provincia, en diciembre de 2015. Aquella larga transición entre el triunfo electoral y la asunción del poder lo tuvo como partícipe activo.
En cuanto a la nueva titular de Hacienda, Paula Allasino, es una profesional confiable para el Gobernador también desde los tiempos de la conducción de la comuna de Godoy Cruz. Tanto a nivel departamental como en el Ejecutivo, donde venía colaborando, fue la que piloteó todos los presupuestos municipales y provinciales que tuvieron el sello de Cornejo. Estos aspectos también la colocan a la sucesora de Nieri como pieza importante en el esquema de gobierno y no como alguien que llega a un lugar que poco y nada conoce.
Otro fuerte apoyo a Macri. En el plano nacional, Alfredo Cornejo volvió a tener protagonismo en un tema que le suma tensión con la oposición al gobierno de Cambiemos: la reestructuración de las Fuerzas Armadas y su aporte a la inteligencia en materia de seguridad.
En su condición de titular del radicalismo nacional, el gobernador de Mendoza no dudó en respaldar la decisión del Presidente de reorganizar la labor de los militares. “De alguna forma se vuelve a la Ley de Defensa del doctor Alfonsín”, dijo a la prensa al referirse al decreto firmado por el Presidente.
Esta afirmación, que es una nueva señal clara de la sintonía con el líder de Cambiemos que pretende mantener el radicalismo, fue efectuada a pesar de algunas disidencias internas que surgieron. Cornejo -dicen- escucha y respeta las opiniones de quienes tienen dudas sobre la acción que se les asignará a los militares, pero el pragmatismo que lo caracteriza lo lleva a valorar más los hechos reales sobre consideraciones que en muchos casos tocan el corazón del alfonsinismo de origen. Por eso el rescate que hace de la decisión de Macri con el recuerdo del accionar de Alfonsín en los primeros tiempos de la recuperada democracia. En línea con su pensamiento se expresó Horacio Jaunarena, ex ministro de Defensa de Alfonsín.
Cornejo, un fuerte impulsor de toda acción que suponga combatir el delito y mejorar la seguridad pública, encuentra primordial que las ociosas fuerzas militares argentinas encuentren un destino más claro colaborando en las fronteras y otras zonas vulnerables en el combate del narcotráfico o de otros riesgos para la seguridad de los argentinos.
No faltó a la verdad cuando dijo que su respaldo fue tal porque la medida adoptada por el gobierno de Macri no lo sorprendió. Efectivamente, fue consultado antes de que se oficializara la reforma, y aseguran quienes lo acompañan a diario, que una de sus preocupaciones fue asesorarse con especialistas en materia de defensa nacional sobre la conveniencia o no de la iniciativa presidencial antes de dar a conocer su respaldo.
¿Con la designación de Nieri y Allasino habrá efectuado el Gobernador una suerte de clausura de su gestión? Ha demostrado hasta ahora, desde que asumió, que a la hora de tener que efectuar cambios prioriza elegir entre los de su propio elenco de colaboradores. Este movimiento con Nieri fue lo más claro en ese sentido.
La premisa es, sin ninguna duda, mantener un estilo de conducción y de administración del Estado en lo posible sin alteraciones.
Un esquema simple, ordenado, mientras se acerca el tiempo de comenzar a decidir cómo será el plan de sucesión y el peronismo local, un poco en línea con el nacional, define si se une o si sigue dividido.
