Una beba de 6 meses cuyos padres la pusieron sobre unos esquíes acuáticos para niños, se deslizó 209 metros en un lago artificial para fijar, según sus padres, un récord infantil.
Keith St. Onge dijo en una entrevista que su hija Zyla pudo haber continuado de no ser por que el bote llegó al final del embalse. "Tuvimos que parar'', dijo St. Onge. "De no ser así, pudo haber continuado mucho más''.
Zyla, que mide 76 centímetros y pesa 9 kilos, no camina, pero el jueves se deslizó a través de Lake Silver en Winter Haven, Florida. Un video de su hazaña se subió a YouTube. Sus padres son esquiadores profesionales.
La niña se paró en sus pequeños esquíes acuáticos unidos entre ellos con madera, tomó una barra atada a los esquís y usó un chaleco salvavidas mientras el bote la jalaba a una velocidad de 11,2 kilómetros por hora (7 millas por hora).
Alrededor de una decena de adultos flotaba en el agua a lo largo de la trayectoria de Zyla, pero conforme avanzaba, se quedaban atrás los adultos, momento en el cual hizo algunas muecas y soltó algunos chillidos.
“De haber sabido que iría mucho más lejos, habríamos tenido a más personas alineadas'', dijo St. Onge.
El vocero de USA Water Ski, Scott Atkinson, dijo que la asociación no registra los récords de los esquiadores acuáticos más jóvenes o ancianos, sólo los más jóvenes y ancianos en competir en un campeonato nacional.
St. Onge comentó que contactó a funcionarios de Guinness World Records, pero le indicaron que no registraban nada que involucrara a menores de 16 años.
St. Onge dijo que sabe que algunas personas creerían que no es adecuado que alguien tan pequeño practique esquí acuático, pero afirmó que se tomaron medidas de seguridad y sucedió en el ambiente controlado de un lago artificial equipado para el deporte.