“Es un equipo joven y en formación”. Es el discurso que más se escucha en la Bodega a la hora de explicar el momento futbolístico del Bodeguero.
Frente a esto, surge el gran interrogante de todos... ¿Hasta qué fecha habrá que esperar para ver al Tomba consolidado?
Es una respuesta que debe dar el entrenador y los jugadores. Uno desde su mensaje firme en el banco de suplentes, y los otros a la hora de desarrollarse en la cancha.
Ya pasaron siete fechas y el elenco no ha podido encontrar la identidad que pretende Daniel Oldrá desde que se arrancó el proceso 2015.
Con este panorama a la vista, el adiestrador está repitiendo la mayoría de los apellidos intentando darle la forma definitiva al estilo de juego. Salvo por necesidad u obligación, mantuvo la estructura en los últimos compromisos.
Puede variar el sistema táctico, pero los nombres son casi siempre los mismos. Y en Mar del Plata no será la excepción al momento de visitar a Aldosivi.
El conjunto deambula en la irregularidad y eso provocó que entrara por un tobogán- por el momento sin salida- donde acumula tres partidos sin cantar victoria.
En esta racha negativa en la que entró, jugó mal en muchos pasajes de los encuentros y levantó el rendimiento en otros.
Aunque la conclusión a esta altura es clara: la materia “ganar” se la llevó a marzo. Es una asignatura pendiente.
Sí. Lo aplazaron en cuanto a los resultados.
Con los primeros pasos de abril a fuego y la octava jornada en el horizonte, la obligación es sumar de a tres para no seguir cayendo en la tabla de posiciones.
Es verdad que todavía falta mucho camino por recorrer, pero el Tomba no se puede dar el lujo de continuar sin aprobar.