Las estafas en Internet no tienen mucho que ver con la tecnología en sí. Estafar a un usuario es el equivalente de la era digital del engaño callejero de otras épocas. Así como a los que de chicos nos enseñaban a desconfiar de extraños parece que en el mundo de Internet es imposible explicarle a los usuarios que no tienen que creer lo que ven en la red.
Cuando las páginas web o las aplicaciones en los smartphones prometen algo como películas gratis, programas sin cargo o acceso a contenido para adultos con tan solo un clic o la instalación de un paquete adicional en la mayoría de los casos hay “gato encerrado” y se trata de algún tipo de farsa.
Otra aplicación con fines maliciosos hizo ruido los últimos días en todo el mundo. En este caso se trató de un intento de estafa (que en varios casos tuvo éxito). La app en cuestión prometía videos porno gratuitos pero sin embargo quienes la instalaron se encontraron extorsionados por una alta suma de dinero. Pero ¿Cómo funcionaba esta estafa? ¿Cualquier smartphone puede estar infectado?