Optó por el autódromo de San Martín para abrir el calendario. Fue la primera vez que se inclinó por Mendoza desde que actúa en solitario para ganarse un lugar en el automovilismo nacional.
Más allá de no contar con figuras, teniendo en cuenta que la mayoría de sus pilotos proviene de la Fórmula Renault y buscan cosechar la experiencia necesaria para dar el zarpazo en el futuro, el TC 2000 sorprendió en el circuito Jorge Ángel Pena.
Desde la cantidad de los vehículos alistados, hasta la presentación de los mismos, pasando por el excelente nivel de las escuadras que, en gran parte, compiten también en la divisional de los motores V8.
En números, el capítulo de apertura en el Este provincial se convirtió en el que más vehículos tuvo en la grilla de partida si se tiene en cuenta los comienzos de las temporadas 2013, 2014 y 2015. Fueron 29 los autos que buscaron la victoria que finalmente quedó en poder de Manuel Luque en el estreno del Ambrogio Racing con un flamante Renault Fluence, el modelo que más éxitos suma en nuestra tierra.
Sin nombres de peso en sus filas, la categoría se vio beneficiada al empezar el año junto al Zonal Cuyano. Es que gran parte de las 4.500 personas que asistieron al evento optaron por acompañar a los pilotos locales del automovilismo más importante de la región, más aún sabiendo el resurgimiento que tuvo la actividad desde que la Asociación de Pilotos tomó la posta.
Entre las cinco categorías dijeron presente 89 volantes, una interesante cifra para un inicio de calendario que tuvo pocas emociones en pista ya que, por momentos, las carreras se tornaron aburridas. La elección del trazado de mayor extensión -el mismo que recorrió el TC 2000- para la Clase 2, el TC Cuyano y el Turismo Promocional, incidió en la poca lucha que hubo en la punta.
Ni qué hablar de la Clase 1 que utilizó correctamente el “gancho” pero increíblemente transitó por el curvón peraltado con apenas 8 autos en carrera. La excepción fue la debutante Fórmula 1100 que, yendo por la primera curva más vieja del trazado y negociando la recta del kartódromo, brindó una interesante final.
Un Peluche trepador
Quizás lo más destacado resultó el avance del campeón Emmanuel Cáceres en la final de TC 2000. Partiendo 14º, el local llegó a colocarse sexto hasta que cayó a la séptima posición en la última vuelta, terminando con huellas en su Fiat Línea producto de la dura batalla durante los 24 giros.
Párrafo aparte: el cariño que la gente brindó a Peluche durante todo el fin de semana. Quedó demostrado luego de la competencia, cuando sus seguidores hicieron fila en boxes para obtener una foto o un autógrafo del carismático piloto que se convirtió en ídolo.
Temprana deserción
Con gusto amargo terminó Lautaro Estrada, el restante crédito que hizo su debut al mando de un Toyota Corolla. Un toque y la posterior rotura del portamazas lo dejó a pie con sólo 3 giros cumplidos. De todas maneras, el godoicruceño fue de menor a mayor en una auténtica prueba de fuego.
Entre luces y sombras
Observar a la “vedette” del Zonal por televisión, a raíz de la transmisión en vivo de Carburando como previa a la final de TC 2000, fue uno de los puntos a favor. No así la poca publicidad que tuvo la fecha en los días previos. Llamó poderosamente la atención, si tenemos en cuenta que el TC 2000 necesita ser promocionado al carecer de volantes consagrados y el propio Zonal recuperó terreno a raíz de la intensa difusión durante 2015.
Mientras, el precio de las entradas fue acertado ya que, actualmente, pocos espectáculos cuestan 50 o 100 pesos como la organización dispuso para la extensa actividad.
Ahora no habrá que esperar mucho para volver a ver automovilismo nacional. El 8 de mayo será la cita para el Súper TC 2000, llevando a cabo otra vez la Vuelta Joker sobre un autódromo que se encuentra acorde a las exigencias de las autoridades deportivas.
Según Girala, una fecha con saldo positivo
El titular de la Asociación Pilotos Automóviles Turismo Cuyano se mostró satisfecho por la fecha en conjunto. “La gran jugada era que el país conociera nuestro Zonal Cuyano como teloneros del TC 2000. El balance ha sido más que positivo; todos quedamos muy conformes”, manifestó Abdo Girala.
Quien también se desempeña como piloto de la Clase 2 no dudó en decir que “con un poco más de promoción nos podría haber ido mejor, pero lo interesante es que salimos por televisión y además seguimos aprendiendo con los integrantes de la CDA y la categoría. Queremos sumar experiencia para hacer mejores espectáculos; organizar una carrera no es nada fácil”.
Por último, Girala dijo que “hubo cosas positivas y negativas. Hay un buen grupo pero hace falta más ayuda. La gente critica, no hace y eso duele. Nosotros no vamos a bajar los brazos”.