En tiempos en los que ampliar la matriz productiva es casi una necesidad ineludible, que un sector altamente innovador comience a desarrollarse es una oportunidad que en el Gobierno provincial no están dispuestos a desaprovechar.
Rodolfo Suárez ha manifestado su intención de ir en ese sentido. Y más teniendo en cuenta lo que significó aquel revés inicial de su gestión, cuando intentó impulsar la modificación de la antiminera Ley 7.722.
En el Gobierno ven a la incipiente industria audiovisual como una alternativa que, a largo plazo, puede inflar las arcas provinciales. "Es un sector que puede generar mucho trabajo directo e indirecto, pero también que puede promover ingresos alternativos como los provenientes del turismo y hasta de las exportaciones", se ilusionan algunos funcionarios de Economía. "Vemos con ojos muy buenos que las industrias creativas y del sector audiovisual conformen algo nuevo para este paradigma de ampliación de la matriz productiva", señalan en Cultura y Turismo.
En ese sentido, se han puesto en acción herramientas que ayuden a organizar al sector. El primer paso fue apoyar y conformar la Mesa Audiovisual, lo que se concretó en enero pasado gracias al impulso de los tres espacios más interesados en desarrollar al sector: el cluster audiovisual FilmAndes, el colectivo “Leonardo Favio” y Audivisualas Mendocinas.
“Nuestra misión inicial fue juntarlos en reuniones previas y avanzar en la integración”, explicó Gustavo Tarantuviez, director de Estrategias Culturales del Ministerio de Cultura y Turismo. “Hubo varias reuniones previas para hacerlos confluir. No es fácil unir a grupos que si bien tienen un objetivo común, poseen particularidades que los hacen muy diferentes”, reflexionó el funcionario de la cartera que conduce Mariana Juri.
Según Tarantuviez, la Mesa “será la encargada de hacer los requerimientos y de transmitir las necesidades” de este incipiente sector económico. El Centro de Congresos y Exposiciones es el espacio asignado para esa mesa y el coordinador entre el Gobierno y la Mesa es Roberto Mons, director, productor, guionista y fundador de la Escuela Regional Cuyo de Cine y Video.
Una ley por reglamentar y un bono por promover
Más allá de las formalidades constitutivas, el compromiso gubernamental apunta a que el sector avance hacia un ámbito económico que amplíe y diversifique la matriz productiva.
Aunque lo cierto es que, si bien hay buenas intenciones, en la actualidad el sector audiovisual no tiene presupuesto específico asignado en ningún ministerio. Por eso la alternativa es que se autofinancie o que se consigan los medios para generar inversiones. En esa línea, los interesados piden la creación del “bono audiovisual” que facilite la llegada de inversores que apuesten por esta industria.
Ese bono depende de la reglamentación de la Ley de Cine mendocina (9.058) y su concreción depende de cómo se vayan dando las discusiones del sector. “Nos estamos reuniendo con los referentes del sector y buscamos esos avances porque nos interesa mucho esta alternativa productiva”, señalaron desde el Ministerio de Economía.
En tal sentido, todos los regímenes y beneficios que de alguna manera promuevan la industria, servirán para atraer inversiones a la provincia. “Eso seguramente se traducirá en más trabajo directo e indirecto y en una mejora del desarrollo económico local”, se esperanzan los funcionarios del Gobierno provincial.
El hecho de que para este año ya se haya anunciado una decena de producciones audiovisuales es sin duda una clara razón para sentirse esperanzados.