Santo Domingo: un vistazo al pasado

Más allá de las playas, el ayer se cuela entre monumentos y leyendas que son Patrimonio de la Humanidad.

Santo Domingo: un vistazo al pasado
Santo Domingo: un vistazo al pasado

Seguramente quien vuele a República Dominicana anhele encontrarse con sus playas prístinas y los all inclusive que tan bien sientan al viajero del mundo. Sin embargo, un paseo por la capital resulta imprescindible. Hay excursiones por el día desde Puerto Plata o Punta Cana. También tours que incluyen (desde Mendoza), dos días en la urbe, que no pueden saltarse en una visita a la isla.

El aroma a ron y a cigarros se confunde con las leyendas de piratas y los relatos fantásticos de damas y corsarios. Es que el ayer tiene su parada en Santo Domingo de Guzmán, la capital que entre piedras de varias centurias cobija a más de trescientos monumentos, razón que le vale ser también, en América, Patrimonio de la Humanidad.

Pueden realizarse diversos circuitos, pero hay rutas muy promocionadas en la ciudad colonial que transitan los puntos clave. Pasan, por ejemplo, por el Palacio Virreinal Alcázar de Diego Colón, por las alcantarillas coloniales, el Hospital San Nicolás de Bari, la casa de Hernán Cortés y la de los Presidentes, entre otras edificaciones.

En tanto la dedicada a los espacios públicos toca parques y plazas renombradas como la de Los Curas. Los templos católicos, son abordados en la senda Religiosa; las fortalezas en la Militar y las dos restantes están dedicadas a la Independencia y a los Museos.

Una primera mirada
Desde el malecón que mira al Caribe como cada capital isleña, el centro antiguo se abre como un libro en el que cada una de sus páginas retrata una cuento nuevo: por la calle más antigua, la de Las Damas las primeras imágenes de añejos días. Luego llegará el Paseo Los Nichos, donde está la Torre del Homenaje, levantada allá por 1503.

Por ese mismo trayecto la Sociedad Dominicana de Bibliófilos, entidad que rescata obras literarias sobre temas dominicanos y las reedita con finas encuadernaciones para los socios.

La Casa de Hernán Cortés es un hito pues allí el conquistador pergeñó su golpe a Moctezuma en México. Si tiene la suerte de andar por allí un domingo, la Plaza María de Toledo será su destino ya que el mercado de pulgas dispone de escaparates con reliquias y productos marketineros; otros artesanales, como para que cada comprador tome el suyo.

La que fuera Iglesia de los Jesuitas, la casa de los Jesuitas, la casa de Villoria y la Casa de las Gárgolas, se comunican por patios interiores; allí, las Casas Reales. Resulta que ahí funcionaba la Real Audiencia, un tribunal superior con jurisdicción en toda la América española, creada por el rey Fernando en 1511. Con el paso de los años devino Palacio de los Gobernadores y de la Capitanía General.

Un dato curioso a destacar es que en la fachada sur de Las Casas Reales se exhibe el único escudo que existe en el mundo de Juana La Loca - Reina de Castilla. El itinerario sigue por calle Las Damas hasta encontrar la Puerta de San Diego, acceso desde el puerto a la ciudad amurallada que data de 1540.

Pero es El Alcázar de Colón o la Casa del Príncipe, la mansión más esmerada. Fue edificada por orden de Diego Colón -hijo mayor del almirante- como su vivienda. Alrededor de 1.500 aborígenes dirigidos por arquitectos españoles levantaron el palacete de 22 habitaciones.

La estructura cuenta con un detalle nada menor: no tuvo clavos en puertas ni ventanas -más de 70- que siguen abriendo y cerrando gracias a sus pivotes, resguardando con enormes trancas de caoba empotradas en sus gruesos muros. Piedra, madera, manipulados con sierra, cincel y martillo, se utilizaron en la construcción.

Allí frente a la Plaza España, Pat’e Palo el primer restaurante del continente, todo un honor poblar sus mesas. También el Mesón del Jamón repara fuerzas y da comida típica a quien busque: jamón curado, un delirio como el puré de plátano verde frito.

Otra de las paradas ineludibles de la zona colonial son las Reales Atarazanas, imponentes edificaciones únicas en su tipo que se comunican a través de patios interiores. Actualmente el conjunto resguarda salas de artes y tiendas además de reparticiones públicas.

El Torreón y el paseo por donde Colón desembarcó en su segundo viaje a América. Desde ese punto se divisan el río Ozama y el Faro a Colón. Muy cerca también está la capilla del Rosario, la más antigua -1496-. Desde allí, sólo hace falta subir una cuesta  para encontrar la Iglesia y el Fuerte de Santa Bárbara, Pero el ron no es ajeno a la historia de este pueblo.

Entonces embarcarse en un tour de la bebida bien vale la pena. Barceló, Bermúdez y Brugal, las marcas más afamadas. Está en todos los bares, se sirve puro, con menta y hielo, con frutos exóticos a nuestro paladar y hasta con cola. También es posible, como en el caso de Barceló, recorrer su planta.

Otros datos

Parque Colón ideal para traer souvenires a casa, también excelentes joyerías para lucirse en un regalo.

La Calle El Conde es el centro comercial de la zona colonial entre adoquines y fachadas hermosas.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA