Cuando el calor despliega todo su carácter durante el verano, parece impensable poder usar pantalones.
Sin embargo, las telas livianas, los denim frescos y las texturas envolventes hacen su magia en las diversas líneas, en las que puede lucirse esta prenda.
Las opciones van desde las más desestructuradas, a aquellas más formales o de fiesta en donde esta opción continúa su apogeo en el mundo de la moda.
¿Algunas ideas? ¡Tomá nota!
Estilo cropp
Siguen marcando el pulso de la tendencia con su largo por debajo de la rodilla. Pueden verse mucho en telas tipo denim o en texturas crepes bien livianas, que caen rectas y con movimiento. Se lucen combinadas con zapatillas, chatitas o stilettos, según la ocasión.
Una alternativa cómoda, fresca e ideal para un verano intenso.
Tipo falda pantalón
Este híbrido- retro derrocha clase y aire vintage en todos los largos. Sentador en las más diversas líneas puede combinarse para generar un outfit muy informal, u orientado para un evento. Otra excelente alternativa que visualmente resulta muy atractiva en un juego de opuestos que se proyecta al caminar.
El pantalón de vestir
Un estilo con mucha clase por donde se lo mire, y lo mejor de todo es que puede lucirse en líneas rectas, u oxford (que genera un buen equilibrio visual).
Elegante y muy chic en nude, blanco y negro resulta un buen básico para combinar con cualquier prenda de corte sastre (chaleco o blazer) con algo desestructurado por debajo.
En este caso los zapatos de taco resultan una fórmula imprescindible para completar el look, ya que alargan la figura.
Los boyfriend
Conocidos como los “boyfriend jeans”se trata de pantalones bien holgados (dos o tres talles más que el nuestro) cuya línea es absolutamente desestructurada y amplia, con la licencia de que pueden lucirse con looks más sobrios o de calle, en telas denim livianas y frescas.
Los palazzos
Con cierto aire glam de los 60, este tipo de pantalón mantiene el equilibrio justo entre un look sofisticado (de acuerdo con qué se combine) y otro más hippie chic. Ideal como prenda básica de todo armario femenino, se adapta con su línea recta y amplia, a la fisonomía de toda mujer.
Las telas van desde las más sedificadas, hasta los de las de bambula, lino o algodón.
Un aliado práctico, sentador y multifacético.