Un universal contemporáneo

A Cristian Delhez lo antecede su fama de artista y docente. Su obra fue la elegida para inaugurar una nueva sala en la Facultad de Artes.

Un universal contemporáneo
Un universal contemporáneo

Después de 45 años al frente del aula, el reconocido artista plástico Cristian Delhez expone sus obras justamente en la sala Carlos Gómez. La misma inauguró el Proyecto Espacio Confluencia, ubicado justamente en los Talleres de la Facultad de Artes y Diseño que él tan bien conoce. La exposición se podrá visitar hasta el 20 de abril.

Dueño de una larga y exitosa trayectoria, Delhez accedió a formar parte de una idea cuyo objetivo no sólo es articular los saberes de los alumnos de las cinco carreras de la Facultad, sino llevar el arte a toda la población mendocina.

–Como egresado y profesor de la casa de estudios, ¿qué significa la apertura del Espacio Confluencia?

–Mi impresión sobre la sala es que es un logro muy interesante. En el lugar de estudio hay un espacio para exponer y ampliar los aspectos de proyección a los medios, a la comunidad y a la población mendocina. Porque no sólo es para los universitarios, sino para todos. Es un logro de la última gestión: de Drago Brajak (Decano) y María Inés Zaragoza (Secretaria de Extensión).

–¿Cómo vivió su paso como docente en la Facultad?

–En estas más de cuatro décadas vi cómo se transformó y cómo creció. Fui testigo de cómo cinco escuelas pasaron a consolidarse como la gran casa de estudios que es hoy. Un espacio con prestigio internacional, en el que intercambiamos trabajos y alumnos con varios países del mundo: México, Alemania, Australia, Francia, Estados Unidos, Chile y muchos más. Y estos intercambios son muy interesantes, y por lo general vuelven. Se ve que la experiencia que han tenido acá es muy rica y por eso deciden hacer un esfuerzo y pagar por volver o buscar becas que los apoyen.

–¿Qué siente con respecto a que su trabajo inaugura la sala?

–Trabajé 45 años en la Facultad de Artes y Diseño, vinculado al Taller de Grabado. Lógicamente es un orgullo que me hayan invitado para la inauguración. Es algo que venimos trabajando desde hace mucho tiempo. Estoy en esta casa desde antes de que fuera Facultad: antes era una modesta Escuela de Arte.

–¿Qué trabajos podemos encontrar en su exposición?

–Son, en general, los trabajos que estoy haciendo en este momento. No es una muestra de retrospectiva. Lo armamos rápidamente con mi hijo (Iván).

Él me ayudó en muchas cosas, la exposición se la debo a él ya que sin su apoyo no podría concretarla. Está compuesta por obras que me interesa mostrarles a los alumnos actuales.

Está configurada en relación a mi actuación como profesor en la facultad: tiene aspectos didácticos, ejercicios y conclusiones. Hay obras que se acercan a lo que se denomina instalación o son proyectos de instalaciones posteriores. Digamos que es algo que se encuentra alejado de lo que le llaman en la actualidad contemporáneo. Todavía no sé qué es eso, no comprendo el término.

– ¿Por qué?

–En este momento nosotros estamos hablando, somos contemporáneos. Yo me siento contemporáneo, pero no coincido con lo que se clasifica con ese término. Sí lo hago con otro rótulo, por ejemplo, “originalidad mendocina” o “universal”.

–Entonces, la exposición se enmarca bajo ese título...

–“Universal”, porque si nace acá (como lo hizo Carlos Alonso y Julio Le Parc), los reconocemos de esa manera. Y acá en Mendoza hay muchos artistas universales que no son reconocidos como tales y que a lo mejor no están comprendidos en ese espacio denominado “contemporáneo”. O si están comprendidos como yo, que veo al arte de una manera especial.

–¿Cómo lo entiende?

–Como excelencia, conocimiento, cultura, recursos y capacidades múltiples. Ese es mi concepto, y por eso digo que a veces no concuerdo con algunas intenciones -que llaman contemporáneas- y no son más que un revival de hace 30 años.

–La apertura del espacio también incluye charlas a cargo de los expositores.

–Sí. Charlas. Intercambios de ideas en los que pretendo seguir aprendiendo. Porque en ese ida y vuelta, el profesor siempre aprende más de los alumnos que los alumnos del profesor.

Nuevos espacios

–Como artista, ¿qué genera la apertura de estos espacios?

–La sala que inauguramos es un logro de muy poca gente. Fue un trabajo intenso, con muchas dificultades, sin dinero ni ayuda importante. Sólo esfuerzo humano, y eso hay que destacarlo. El reconocimiento también debe extenderse a los profesores de la universidad que están en actividad. Gracias a todos ellos se consiguió un sueño de años. 
En Mendoza, a nivel oficial, la cultura es la Fiesta de la Vendimia y nada más…   es un espacio raro. No estoy en contacto con la cultura "oficial", pero sí puedo hacer un "análisis histórico". Puedo hacer una crítica en la historia, que señala que cultura es Vendimia y ahí se termina porque se ve que el presupuesto es pequeño. Entonces, los directores y la gente que está en los espacios de arte y son cultos, no tienen demasiado poder porque no tienen posibilidades económicas de parte de la provincia. 
Por otro lado, lamentablemente las herencias políticas que están a cargo de la temática no están en su tema y no saben cómo manejar lo que es cultura y arte.

–¿Cómo debería ser el manejo?

–En este momento, hay una exposición (“Compinches”) en la bodega Trivento en la que yo fui curador. Allí invité a excelentes artistas, porque para trabajar en equipo hay que elegir a los mejores, no sólo se hace por amistad. Históricamente, a nivel oficial siempre hubo un escalonamiento de un sistema político que derrumba todo lo anterior y pone lo nuevo. Así no funciona la cultura, no hay continuidad. Se olvidan de los grandes artistas que han pasado por Mendoza.

–¿No hay un justo reconocimiento a los artistas locales?

–Desde mi humilde punto de vista, los historiadores de la provincia no son muy eficaces. Los historiadores del arte, menos. Y cuando hablo de ellos me refiero a los que realizan la selección de artistas y los comentan y los editan en sus libros y ensayos. Lo que veo editado no coincide mucho con lo que se podría llamar la verdadera cultura mendocina.

Vivian Magis también expone

Junto a la exposición de Delhez, la ceramista puso a disposición su obra para la apertura de la sala de arte Carlos Gómez.

La profesora, artista e investigadora, a lo largo de su carrera presentó sus trabajos de escultura cerámica en numerosas exposiciones.

Dentro de la casa de estudios, la docente ejerció el cargo de directora de la Carrera de Cerámica entre los años 1992 y 2002.

Ha ganado premios a nivel provincial, nacional e internacional, destacándose el galardón otorgado por la Fundación Fuping.

El mismo le permitió viajar a China para realizar obras e incorporarlas al patrimonio del Museo de Arte Latinoamericano (Xiang, China).

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