Un tema que nos preocupa a la mayoría de los argentinos desde hace un tiempo es cómo hacer para mantener el clima ideal en el hogar, sin que esto termine siendo otro dolor para nuestro bolsillo. Las pérdidas del frío en la vivienda durante el verano hacen que aumentemos el consumo energético, haciendo trabajar nuestros equipos de aire acondicionado continuamente. Lo mismo, pero a la inversa, sucede en el invierno cuando queremos calefaccionar el lugar que nos cobija, manteniendo el confort térmico deseado.
Aquellos que quieran disfrutar del interior de sus hogares aún cuentan con formas de reducir de manera significativa los costos fijos de climatización. Para evitar pérdidas en muros hay soluciones en nuestro país, existen al menos dos alternativas para hacerle frente a esta realidad.
El sistema EIFS (External Insulation and Finish System / Sistema de Aislación por exterior con terminación final) mejora notablemente la aislación térmica del muro, dado que la vivienda queda completamente “envuelta” en EPS (placas de poliestireno expandido) estabilizado y revestido con base niveladora (base coat) y terminación plástica en capa fina o pintura. Puede utilizarse tanto en construcción húmeda tradicional o en Steel Frame. Otra ventaja de este sistema es que se evitan “puentes térmicos” producidos por la estructura y los materiales tradicionales, que no son capaces de aislar correctamente una vivienda.
Por otro lado, el mercado cuenta con nuevos productos formulados específicamente para ser aplicados como revoque de pared, conocidos como “mortero termoaislante”. Este producto es industrializado y sólo se debe agregar agua para utilizarlo, siendo muy sencilla la preparación. Permite aislar los muros sin cambiar los sistemas tradicionales de la construcción, simplificando la mano de obra y optimizando los tiempos de ejecución.
Este tipo de productos ofrece grandes ventajas, al ser una solución innovadora que permite ahorrar energía y preservar el medio ambiente: gran capacidad de aislación térmica (frío-calor), fácil aplicación, proyectable o manual.
Los grandes consumos de energía traen como consecuencia altos costos económicos y un aumento en las emisiones de CO2, generando consecuencias inevitables en el medioambiente.
Cuando una vivienda carece de aislación térmica en la envolvente, en invierno el calor del sistema de calefacción se transfiere rápidamente hacia el exterior. Una vivienda mal aislada consume más energía, aumentando el costo de calefacción. En verano un aislamiento térmico insuficiente de las paredes exteriores permite que el calor penetre en el interior, generando un mayor uso del sistema de refrigeración e incrementando los costos relacionados con el mismo.
El aislamiento térmico de una vivienda es primordial para minimizar el consumo energético, mejorar el confort y bienestar para el usuario de la vivienda y evitar patologías (especialmente condensación).
En determinadas plazas del país como Rosario y Provincia de Buenos Aires, ya existen leyes y reglamentos que exigen niveles mínimos de aislación térmica.
Fuente: Weber