Un triunfo que levanta en lo anímico

El León, que venía golpeado, derrotó a uno de los escoltas Luján y se atreve a soñar con recuperar terreno perdido. A pesar de ello, el DT se fue cuestionado.

Un triunfo que levanta en lo anímico

Su momento en la tabla indicaba que tenía que ganar. No importaba quizás la manera, pero los tres puntos debían quedar en el Este. Y fue lo que pasó. San Martín volvió a cantar victoria con un 2-0 sobre Luján y parece empezar a recuperar terreno con vista al resto del torneo.

Aunque no fue fácil, esta victoria al León le suma en las posiciones y también en lo anímico, ya que su plantel venía muy golpeado por resultados anteriores.

No son buenos tiempos para que el Albirrojo mantenga la calma. Las urgencias a veces apuran y el rival de turno suele sacar provecho. Eso hizo Luján, que aprovechó, durante todo el primer tiempo,  los espacios sobre los laterales para lastimar (el costado defendido por Resch fue el favorito) y generó peligro para la valla de Argüello.

El Chaca también tuvo un par, pero los definidores lucen apurados y erráticos. En ese intercambio de golpes quedó mejor el Granate, que jugó al ritmo que propusieron  Montiveros e Ibaceta. Del otro lado no hubo conducción desde los pies de Ávila y todo se hizo a los bochazos. Mientras, desde la tribuna comenzaba a bajar el rumor de los más impacientes.

Luján, en esos primeros 45 minutos, con su 4-4-2, le ganó la pulseada al 4-3-1-2 del local, aunque no tuvo la capacidad para traducir esa nítida superioridad en el marcador.

El complemento arrancó con características similares al capítulo inicial. Luján más práctico con el balón y San Martin apurado. Por ello Mazzola decidió cambiar y ahí fue el click del partido. Con el 3-4-1-2, el local emparejó la mitad de la cancha y terminó por torcer el juego. Un tiro libre frontal de Guerrero, una mala salida de Pérez y la cabeza de Aquino hicieron el resto.

Aunque Luján tuvo sus chances, el Albirrojo ganó en confianza y encontró un poco de paz con sus hinchas. Argüello en dos oportunidades ahogó el grito de gol y sobre el cierre llegó el penal que trajo la calma definitiva.

Pareció premio exagerado, es cierto, pero el valor de las individualidades hicieron lo suyo para sumar un triunfo importantísimo por el rival y por el momento.

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